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La bandera palestina se izó fuera del edificio del Parlamento irlandés para conmemorar la decisión. España, Irlanda y Noruega han reconocido formalmente un estado palestino, en lo que dicen es un intento de centrar la atención en los esfuerzos por encontrar una solución política a la guerra en el Medio Oriente. Esperan que al actuar juntos animen a otros países europeos a seguir su ejemplo, en un impulso diplomático que podría ayudar a asegurar un alto el fuego en Gaza y la liberación de rehenes mantenidos por Hamás. La decisión simbólica ha provocado una feroz disputa con el gobierno de Israel, que ha acusado a los tres países de recompensar el terrorismo. Israel ha retirado a sus embajadores de Irlanda, Noruega y España y ha reprendido formalmente a sus enviados en Tel Aviv. Los tres fueron convocados al ministerio de relaciones exteriores de Israel la semana pasada para mostrar imágenes de los ataques del 7 de octubre frente a los medios. El reconocimiento de Palestina por parte de los tres países también aumenta la presión diplomática sobre Israel después de que dos cortes internacionales pidieran el fin de las operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el sur de Gaza y acusaran al primer ministro Benjamin Netanyahu de crímenes de guerra. Los países occidentales también han intensificado las sanciones contra los colonos israelíes en los territorios palestinos ocupados. El proceso de reconocimiento diplomático varía entre países, pero normalmente implica un intercambio formal de credenciales con la Autoridad Palestina en Ramallah. Las misiones existentes en Cisjordania o Jerusalén Este se convierten entonces en embajadas formales, mientras que los representantes se transforman en embajadores de pleno derecho. Los tres países dijeron que reconocían un estado palestino basado en las fronteras establecidas antes de la guerra en 1967, con Jerusalén como capital tanto de Israel como de Palestina. La bandera palestina ondeó sobre el parlamento de Irlanda mientras los diputados dedicaban cuatro horas a debatir el asunto. Antes de la reunión del gabinete donde se tomaría la decisión formal, el Taoiseach (primer ministro) Simon Harris dijo que era un movimiento “histórico e importante”. Dijo que esperaba que otros países europeos siguieran el ejemplo porque tenían que usar todos los medios a su disposición para fomentar un alto el fuego…