MADRID (AP) — España está en un suspense de uñas mordidas el lunes mientras espera que el Primer Ministro Pedro Sánchez anuncie si seguirá en el cargo o no.
Sánchez sorprendió al país el jueves, anunciando que se tomaría cinco días libres para pensar en su futuro después de que un tribunal abriera diligencias previas contra su esposa por acusaciones de corrupción.
La denuncia legal contra su esposa, Begoña Gómez, fue presentada por una plataforma legal de extrema derecha que afirma que Gómez utilizó su posición para influir en negocios.
El grupo, Manos Limpias, reconoció que la denuncia se basaba en artículos de periódicos. Los fiscales españoles dicen que debería ser desestimada.
Sánchez dijo que la acción era un ataque demasiado personal contra su familia y que necesitaba tiempo para decidir sobre sus prioridades.
Él anunciará su decisión el lunes en un momento aún por determinar.
Básicamente, Sánchez tiene cuatro opciones: renunciar, buscar una votación de confianza parlamentaria, convocar a nuevas elecciones o permanecer en el cargo.
Cualquiera de ellas podría afectar los planes legislativos clave, así como una elección crucial en la región de Cataluña en mayo y las elecciones al Parlamento Europeo en junio.
Sánchez, de 52 años, ha sido el primer ministro de España desde 2018. Logró formar un nuevo gobierno de coalición de izquierda minoritario en noviembre para comenzar otro mandato de cuatro años gracias al apoyo extremadamente frágil de un puñado de pequeños partidos regionales. Es uno de los líderes socialistas más longevos de Europa y, aunque popular internacionalmente, es amado o despreciado en España.
Sánchez culpa a la investigación de sitios de noticias en línea políticamente alineados con el principal partido de oposición conservador Popular y el partido de extrema derecha Vox que difundieron lo que él llamó acusaciones “espurias”.
Sus seguidores dicen que esto debería ser un llamado de atención para reaccionar contra los ataques infundados que están envenenando la política española.
Sin embargo, el Partido Popular dijo que el comportamiento de Sánchez era frívolo, adolescente y no propio de un líder europeo. Dijo que la decisión era una táctica para impulsar el apoyo con fines electorales.
Nagore Calvo Mendizabal, profesora titular de política española y europea en el King’s College de Londres, dijo que la decisión de Sánchez podría ser “otra de sus maniobras políticas” y que podría beneficiarlo al impulsar el apoyo a nivel nacional en la lucha contra los ataques desde la derecha.
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