Elon Musk llevó su respaldo al partido de extrema derecha de Alemania al siguiente nivel el jueves, organizando un chat en vivo con su líder, Alice Weidel. La conversación de 74 minutos abarcó temas como la política energética, la burocracia alemana, Adolf Hitler, Marte y el significado de la vida. El hombre más rico del mundo instó inequívocamente a los alemanes a apoyar a Alternative für Deutschland (AfD) en las próximas elecciones. Es la última incursión controvertida del multimillonario tecnológico en la política europea. Hubo una considerable expectativa sobre esta discusión ya que Elon Musk enfrentaba acusaciones de interferencia en las elecciones anticipadas de Alemania. Sin embargo, la entrevista, realizada en inglés, también fue una oportunidad para que AfD llegue a audiencias internacionales a través de la plataforma X de Musk. Alice Weidel aseguró expresar su apoyo al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y su equipo, conocida la cercana relación de Musk con él. Insistió en que su partido era “conservador” y “libertario”, pero había sido “enmarcado negativamente” por los medios de comunicación convencionales como extremista. Partes de AfD han sido oficialmente clasificadas como extremistas de derecha por las autoridades alemanas. Una investigación de BBC News el año pasado encontró conexiones entre algunos miembros del partido y redes de extrema derecha, mientras que una de las figuras principales de la facción de extrema derecha del partido, Björn Höcke, fue multado el año pasado por usar una frase nazi prohibida, aunque negó haberlo hecho conscientemente. Durante la conversación, Weidel declaró que Hitler había sido en realidad un “comunista”, a pesar del notable anticomunismo del líder nazi, que invadió la Unión Soviética. “No era conservador”, dijo. “No era libertario. Era este tipo comunista, socialista”. También describió a Hitler como un “socialista antisemita”. En otros temas, ella y Musk coincidieron, y en ocasiones se rieron, sobre la infame burocracia de Alemania, su “loco” abandono de la energía nuclear, la necesidad de recortes de impuestos, la libertad de expresión y la “iluminación”. En medio de una conversación a veces entrecortada y, en ocasiones, sorprendente, un momento surrealista llegó cuando Weidel le preguntó a Musk si creía en Dios. La respuesta, para aquellos que deseen saber, fue que está abierto a la idea mientras busca “entender el universo tanto como sea posible”. A pesar de toda la anticipación, ese intercambio seguramente no estaba en las apuestas de muchas personas.
