En el año 2020, la Academia Pontificia para la Vida, un instituto de investigación cuyos miembros son seleccionados por el papa, emitió un documento, el “Rome Call for A.I. Ethics”, que establecía principios para el desarrollo y uso de la tecnología. Los principales jugadores en el campo de la inteligencia artificial, incluidos líderes de Microsoft, I.B.M. y Cisco, han firmado el documento. En el pequeño pueblo costero de Savelletri, donde se celebra la cumbre del G7 en un lujoso complejo turístico, los residentes tenían grandes esperanzas para la visita del papa. Aunque los estrictos protocolos de seguridad significan que es poco probable que los lugareños vean a Francisco en persona, muchos cruzaban los dedos para algún tipo de recompensa, por pequeña que sea. “Al menos una bendición”, dijo una residente de 68 años, Laura Mancini. “Él debe dárnosla”.
