Enfermeros en Gaza comenzar a una campaña de vacunación contra la polio en un intento de prevenir un brote de la enfermedad, lo cual es un reto difícil en una enclave asediado arrasado por 10 meses de guerra y dependiente de compromisos de los combatientes de la guerra, Israel y Hamas, de respetar las prometidas “pausas humanitarias”.
Israel, bajo presión internacional para prevenir un brote más amplio de la enfermedad debilitante, actuó con relativa rapidez para permitir a las agencias de las Naciones Unidas, apoyadas por autoridades sanitarias locales, abordar la crisis en Gaza, donde lanzó una guerra en respuesta a un ataque liderado por Hamas el 7 de octubre.
Aunque el inicio oficial de la campaña de vacunación estaba programado para la madrugada del domingo, las autoridades sanitarias de Gaza comenzaron la campaña el sábado en el Hospital Nasser en la ciudad sureña de Khan Younis, según informes de medios de comunicación palestinos. Videos mostraron a médicos y enfermeros administrando gotas de la vacuna contra la poliomielitis en la boca de niños que estaban siendo tratados en el hospital.
“Me enteré de esta campaña por casualidad. Me asusté cuando escuché la palabra polio,” dijo Maysaa Abu Daqqa, madre de un niño de 9 años, Habib Nizam. La Sra. Abu Daqaa estaba esperando en la sala de pacientes en el hospital Nasser. “Cuando vi a otras mujeres aceptando las vacunas para sus hijos, me animé a seguirlas,” dijo ella.
Tanto Hamas como Israel han acordado las pausas en los combates para permitir que se lleven a cabo las vacunaciones, pero la campaña será difícil de ejecutar. Con gran parte de la infraestructura de Gaza destruida, y alrededor del 90 por ciento de los aproximadamente dos millones de habitantes del enclave habiendo huido repetidamente de los bombardeos israelíes, puede ser imposible asegurar la inmunización de todos los aproximadamente 640,000 niños menores de 10 años del enclave.
Para las familias que buscan vacunar a sus hijos, los desafíos son muchos y complicados: No solo deben confiar en que las pausas en los combates se mantendrán, sino que muchos tendrán que navegar por caminos bloqueados y rotos y exponerse al peligro y la gran cantidad de delincuencia para llegar a los lugares donde se realizan las vacunaciones.