El líder liberal de FDP, Christian Lindner, ha sugerido que el objetivo de Musk podría ser debilitar a Alemania en interés de Estados Unidos, “al recomendar votar por un partido que nos perjudicaría económicamente y nos aislaría políticamente”.
El exjefe de la agenda digital de la Comisión Europea, Thierry Breton, advirtió a Alice Weidel, la candidata de la AfD a canciller, que el chat en vivo del jueves con Musk le daría “una ventaja significativa y valiosa sobre sus competidores”.
La Comisión Europea ha dicho que no hay nada en las normas de Servicios Digitales de la UE que prohíba una transmisión en vivo, ni a nadie expresar opiniones personales.
Sin embargo, un portavoz advirtió que los propietarios de plataformas no deben proporcionar “trato preferencial”. La plataforma de Musk, X, ya está bajo investigación y la UE dice que la transmisión en vivo estará bajo esa investigación.
Si bien Musk ha sido franco sobre la política alemana, también ha estado extendiendo sus intereses comerciales en Italia.
Giorgia Meloni acababa de hacer un viaje relámpago para cenar con Donald Trump en Mar-a-Lago cuando surgieron informes de que Italia estaba en conversaciones con SpaceX de Musk para firmar un acuerdo de $1.6 mil millones, bajo el cual los satélites Starlink proporcionarían servicios de internet y telecomunicaciones encriptados para el gobierno italiano.
El acuerdo aún no parece haber sido concluido y Roma ha negado rápidamente que se hayan firmado contratos.
Musk dijo el lunes que estaba “listo para proporcionar a Italia la conectividad más segura y avanzada” – sin confirmar que se haya alcanzado un acuerdo.
Pero la sugerencia de que Starlink podría ser encargado de salvaguardar las comunicaciones del gobierno italiano fue suficiente para causar alarma entre algunos políticos de la oposición en Roma.
“Entregar un servicio tan delicado a Musk mientras patrocina la extrema derecha europea, difundiendo noticias falsas y entrometiéndose en la política interna de los países europeos no puede ser una opción”, dijo el líder centrista Carlo Calenda.