El Sr. Musk se ha referido al esfuerzo potencial como el “Departamento de Eficacia Gubernamental”, o DOGE, el nombre de un meme y criptomoneda que él ha popularizado.
El hombre de negocios también podría beneficiarse de la presidencia de Trump a través de su propiedad de SpaceX, que ya domina el negocio de enviar satélites gubernamentales al espacio.
Con un aliado cercano en la Casa Blanca, el Sr. Musk podría buscar capitalizar aún más esos lazos gubernamentales.
El Sr. Musk ha criticado a rivales como Boeing por la estructura de sus contratos gubernamentales, los cuales según él desincentivan la finalización de proyectos dentro del presupuesto y a tiempo.
SpaceX también se ha incursionado en la construcción de satélites espía justo cuando el Pentágono y las agencias de espionaje estadounidenses parecen dispuestas a invertir miles de millones de dólares en ellos.
Mientras tanto, Tesla podría cosechar ganancias de una administración que Trump ha dicho estará definida por “la menor carga regulatoria”.
El precio de las acciones de Tesla aumentó más del 12% el miércoles siguiente a la noticia de la victoria de Trump.
Justo el mes pasado, la agencia estadounidense encargada de regular la seguridad vial reveló que estaba investigando los sistemas de software de conducción automática de Tesla.
El Sr. Musk también ha sido criticado por supuestamente intentar impedir que los trabajadores de Tesla se sindicalicen. El Sindicato de Trabajadores Automotrices presentó cargos por prácticas laborales injustas contra tanto Trump como Musk después de que los dos hablaran sobre Musk supuestamente despidiendo a trabajadores en huelga durante una conversación en X.
Trump también se comprometió a reducir los impuestos a las corporaciones y a los ricos.
Esa es otra promesa que el Sr. Musk probablemente espera que cumpla.