El miércoles, en un movimiento altamente inusual, el presidente saliente de Rumania publicó documentos desclasificados que detallaban lo que se llamó una campaña masiva y “altamente organizada” para Georgescu en TikTok coordinada por un “actor estatal”.
Los documentos incluían una evaluación de inteligencia que indicaba que Rusia estaba llevando a cabo ataques híbridos contra Rumania, a la que ve como un “estado enemigo”.
El tribunal constitucional está siendo inundado con solicitudes para investigar las acusaciones de intromisión con la posibilidad de cancelar las elecciones.
Los fiscales anunciaron hoy la apertura de una investigación penal, pero no hay un plazo para su conclusión.
“Tienen miedo”, así es como Georgescu rechazó las pruebas de que se gastaron cientos de miles de dólares en promover contenido de campaña para él, violando tanto la ley electoral rumana como las normas de TikTok.
Negó ser “el hombre de Moscú”, refiriéndose despectivamente a las “agencias de inteligencia poco inteligentes” de Rumania.
“No pueden aceptar que el pueblo rumano finalmente haya dicho, ‘queremos recuperar nuestra vida, nuestro país, nuestra dignidad'”, dijo, presentándose como alguien que lucha contra un establishment inflexible.
En una entrevista a veces irritable en la que elogió a Donald Trump y al líder populista húngaro Viktor Orban, Georgescu se refirió a Vladimir Putin como un “patriota y un líder”.
Luego agregó: “Pero no soy fanático”.