La presidenta Zourabichvili ya le había dicho a la BBC que se había producido el llamado voto carrusel, “cuando una persona puede votar 10, 15, 17 veces con el mismo DNI”. My Vote ha pedido que se anulen los resultados de 196 centros de votación, alegando que representaban 300,000 votos adicionales. El primer ministro de Georgia ha negado las acusaciones de irregularidades generalizadas, diciendo a la BBC que las elecciones estaban en línea con los principios legales. También ha negado que su gobierno sea pro-ruso y “pro-Putinista”. La asediada comisión electoral de Georgia ha acusado a sus críticos de llevar a cabo una “campaña manipuladora” de desinformación y ha dicho que reccontará votos en cinco centros de votación seleccionados al azar en cada uno de los 84 distritos electorales de Georgia. La comisión dice que la empresa estadounidense cuyo sistema utilizó afirmaba que “duplicar un votante en la lista de votantes es imposible, de forma externa, ya que cada votante está registrado solo una vez”. “Es imposible votar varias veces con un solo DNI, someterse a una doble verificación o tener un único votante registrado en varios recintos”, añadió la comisión, asegurando que tratar de desacreditar el sistema no es más que negar la realidad. La presidenta georgiana dijo a la radio suiza que la comisión estaba “completamente dominada por el partido de gobierno, y las organizaciones no gubernamentales… no tienen influencia sobre ella”. “Este estado está capturado”, dijo Eka Gigauri de Transparencia Internacional, que participó en la misión de monitoreo de My Vote. “Sabemos que cualquier cosa puede suceder… y sabemos que nadie lo investigará o reaccionará”.