CIUDAD DE NUEVA YORK (AP) — Al menos una cuarta parte de la población de Gaza – 576,000 personas – están a un paso de la hambruna y prácticamente toda la población necesita desesperadamente alimentos, lo que ha provocado que algunos camiones de ayuda sean atacados a tiros, saqueados y abrumados por personas hambrientas, informaron el martes altos funcionarios de la ONU.
Los funcionarios de la oficina humanitaria de la ONU y las organizaciones de alimentos y agricultura de la ONU pintaron un panorama desolador de las 2.3 millones de personas en Gaza enfrentando niveles de inseguridad alimentaria en crisis o peores, con el orden civil desmoronándose especialmente en el norte donde los suministros alimentarios y humanitarios escasean.
Y sombrío como es el panorama hoy, el coordinador humanitario de la ONU, Ramesh Ramasingham, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que “existe la posibilidad de un deterioro aún mayor”.
Dijo que además de una cuarta parte de la población de Gaza cerca de la hambruna, 1 de cada 6 niños menores de dos años en el norte de Gaza sufre de “desnutrición aguda y desgaste”, donde el cuerpo se vuelve demacrado.
Carl Skau, director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos, dijo que este es “el peor nivel de desnutrición infantil en cualquier parte del mundo”. Y advirtió que “Si nada cambia, una hambruna es inminente en el norte de Gaza” – el objetivo inicial de la ofensiva militar de Israel tras el ataque sorpresa de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre que mató a unas 1200 personas y llevó a unos 250 capturadas.
En el último ejemplo del colapso del orden civil, Skau dijo que el PMA reanudó las entregas al norte de Gaza por primera vez en tres semanas el 18 de febrero, y esperaba enviar 10 camiones al día durante siete días para abordar las necesidades alimentarias inmediatas y brindar cierta tranquilidad a las personas de que llegaría suficiente comida.
Pero tanto el 18 de febrero como el 19 de febrero, dijo, los convoyes del PMA enfrentaron retrasos en los puntos de control, disparos y otras violencias, y el saqueo de alimentos.
“Al llegar a su destino, fueron abrumados por personas desesperadamente hambrientas”, dijo.
Skau dijo que “el colapso del orden civil, impulsado por la pura desesperación, está impidiendo la distribución segura de ayuda – y tenemos el deber de proteger a nuestro personal”.
Como resultado, dijo, el PMA ha suspendido las entregas de ayuda al norte hasta que se establezcan condiciones para garantizar la seguridad de su personal y de las personas que reciben asistencia.
Maurizio Martina, subdirector general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, describió el estado horrible de las tierras de cultivo, invernaderos, panaderías y sistemas de riego que son esenciales para producir, procesar y distribuir alimentos.
Desde el 9 de octubre – dos días después de los ataques de Hamas – “el bloqueo reforzado del gobierno de Israel ha incluido la detención o restricción de suministros de alimentos, electricidad y combustible, así como mercancías comerciales”, dijo.
Esto ha afectado a toda la cadena de suministro alimentario de distintas maneras, explicó Martina.
Como ejemplos, dijo, las severas restricciones en los envíos de combustible están paralizando el suministro de agua y el funcionamiento de las plantas desalinizadoras, con el suministro de agua solo al 7% de los niveles previos a octubre. La escasez de combustible también ha paralizado la producción y entrega de alimentos y electricidad, y ha dificultado seriamente la capacidad de las panaderías para producir pan, añadió.
Martina dijo que el colapso de la producción agrícola en el norte ya está ocurriendo y en el escenario más probable estará completo para mayo. Y a partir del 15 de febrero, más del 46% de toda la tierra de cultivo en Gaza ha sido evaluada como dañada, señaló.
El funcionario de la FAO presentó cifras más alarmantes de la ofensiva de Israel – un alto número de almacenes de animales y granjas de ovejas y lácteos destruidas, más de un cuarto de los pozos de agua destruidos y 339 hectáreas de invernaderos destruidos. Y añadió que la guerra también ha impactado severamente la cosecha de aceitunas y cítricos, una fuente de ingresos clave para los palestinos.
En cuanto a los animales, Martina dijo que muchos propietarios de ganado reportan pérdidas significativas, todas las aves de corral probablemente han sido sacrificadas y se asume que hasta el 65% de los terneros y el 70% del ganado vacuno han muerto.
El embajador adjunto de Israel ante la ONU, Brett Miller, dijo al consejo que mientras lucha contra Hamas, está haciendo “todo lo posible para cuidar de civiles” y trabaja constantemente para garantizar la entrada de ayuda humanitaria de numerosos países y agencias de la ONU.
Desde los ataques del 7 de octubre, dijo, Israel ha facilitado la entrega de 254,000 toneladas de ayuda humanitaria, incluidas 165,000 toneladas de alimentos. “No hay absolutamente ningún límite – y repito que no hay límite – a la cantidad de ayuda humanitaria que se puede enviar a la población civil de Gaza”, afirmó.
Miller contrarrestó que 20 panaderías en toda Gaza están produciendo más de 2 millones de panes pita al día.
Acusó a la ONU de negarse a entregar ayuda al norte de Gaza, y a algunos funcionarios de la ONU de tratar de culpar a Israel.
En los últimos días, dijo Miller, 508 camiones han estado esperando cruzar a Gaza con la aprobación israelí. “Entonces, ¿dónde está la ONU y sus agencias de ayuda? ¿Cómo es posible que Israel sea falsamente responsable de una situación que claramente es culpa de la ONU?” preguntó.
El coordinador humanitario de la ONU, Ramasingham, Skau del PMA y Martina de la FAO tuvieron una respuesta similar: El primer paso para eliminar la amenaza inminente de hambruna es un cese al fuego para que los trabajadores humanitarios puedan ingresar a Gaza.
“Si no se hace nada, tememos que la hambruna generalizada en Gaza sea casi inevitable”, dijo Ramasingham, y la cifra de muertes palestinas que ha alcanzado casi los 30,000 “tendrá muchos más víctimas”. Esa cifra del Ministerio de Salud de Gaza no distingue entre civiles y combatientes, aunque la ONU dice que la mayoría son mujeres y niños.