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Las esperanzas de los bancos de ser protegidos de un escándalo de mala venta de miles de millones sufrieron un revés el lunes después de que los jueces impidieran al gobierno del Reino Unido apoyar a la industria en un inminente caso judicial.
El Tesoro había tomado la inusual medida de solicitar permiso para intervenir en el próximo caso ante la Corte Suprema, advirtiendo que un fallo adverso podría perjudicar al sector bancario y frenar el crecimiento.
La decisión de los cinco miembros del panel de jueces, incluido el presidente de la Corte Suprema, Lord Reed, de impedir al gobierno intervenir es un revés para los bancos que enfrentan una factura de compensación que asciende a decenas de miles de millones de libras. No se dieron razones para la negativa.
Las acciones de Close Brothers, que está entre los bancos más expuestos a los préstamos para automóviles y la semana pasada dijo que esperaba reservar 165 millones de libras por la posible mala venta, cayeron un 7 por ciento el lunes.
La Corte Suprema tiene previsto escuchar en abril una apelación presentada por proveedores de préstamos para automóviles que desafían un fallo del año pasado de la Corte de Apelaciones, que se puso del lado de los consumidores que se quejaron de comisiones “secretas” en préstamos para automóviles.
El fallo de que era ilegal que los bancos pagaran una comisión a un concesionario de automóviles sin el consentimiento informado del cliente ha enviado ondas de choque a través del sistema bancario.
El director ejecutivo de Lloyds, Charlie Nunn, dijo en diciembre que el Reino Unido enfrentaba un “problema de inversión” después del fallo judicial.
Lloyds, que posee el mayor prestamista de financiación de automóviles del Reino Unido, Black Horse, ha reservado 450 millones de libras para cubrir posibles compensaciones y costos legales.
El Tesoro dijo: “Somos el ministerio de economía del Reino Unido, por lo que era lo correcto para nosotros hacerlo. Respetamos la decisión de la Corte Suprema.”
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