El Tribunal Supremo de Gran Bretaña decidirá el miércoles si la polémica política del gobierno de deportar solicitantes de asilo a Ruanda es legal, en un momento crucial para el Partido Conservador gobernante durante una semana ya turbulenta.
La política de Ruanda fue anunciada por primera vez en abril de 2022 por el primer ministro Boris Johnson, en un intento por cumplir la promesa de campaña del Brexit de “recuperar el control” de las fronteras del país.
Sin embargo, ha sido ampliamente criticada por grupos de derechos humanos y políticos de la oposición desde el principio, con muchos señalando el problemático historial de Ruanda en materia de derechos humanos. Y hasta la fecha, nadie ha sido enviado al país africano del este, debido a una serie de desafíos legales.
El esperado fallo llega en un momento de intenso malestar político en el Partido Conservador, que ha estado en el poder durante 13 años y está rezagado en las encuestas.
Incluso si el tribunal falla a favor del gobierno, eso no significará que las autoridades puedan fletar inmediatamente un avión a Ruanda, ya que los solicitantes de asilo afectados aún podrían llevar su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.