Un tribunal en la región de Lipetsk, Rusia, ordenó la nacionalización de una fábrica de confitería propiedad del ex presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y anteriormente utilizada por su empresa Roshen, el 19 de febrero.
Después del inicio de la agresión rusa contra Ucrania en 2014, la propiedad de la fábrica fue confiscada y el Comité de Investigación de Rusia comenzó una investigación sobre sus presuntas actividades fraudulentas. Roshen cesó sus operaciones en la planta de Lipetsk en 2017.
El tribunal ordenó la nacionalización de las acciones restantes de la fábrica, y también prohibió a Poroshenko, su hijo Oleksii Poroshenko, y al ex propietario de la fábrica, Oleh Kazakov, operar en Rusia.
La decisión aún puede ser apelada.
Poroshenko fundó Roshen en la década de 1990. Desde entonces, se ha convertido en uno de los mayores productores de confitería en el mundo.
Según el sitio web corporativo, Roshen tiene seis fábricas en Ucrania, así como una en Lituania y otra en Hungría.
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