Desde el comienzo del conflicto, un presupuesto suplementario saltó de $12 millones al mes a $47 millones al mes, según Tom White, director de la UNRWA en Gaza.
Ese dinero adicional ha pagado por harina para 350,000 familias; 14 millones de alimentos, incluyendo carne enlatada y paquetes de garbanzos secos; colchonetas, mantas y juegos de cocina; la distribución de 20 millones de litros de agua; y la construcción de letrinas.
La mayor parte de la ayuda que distribuye la UNWRA se paga con fondos de donantes, dijo la Sra. Touma.
Aun así, los funcionarios dijeron que el flujo de ayuda ha sido minúsculo en comparación con la necesidad. “Es el mínimo absolutamente necesario”, dijo el Sr. White, señalando que la UNRWA había esperado recaudar $166 millones adicionales al mes para abordar la crisis.
¿Cuánto dinero queda?
Algunos empleados de la UNRWA tienen trabajos críticamente importantes, incluyendo la gestión de refugios, el servicio a la infraestructura del agua, la documentación de la llegada de camiones de ayuda, la recolección de desechos sólidos y la atención médica, dijo el Sr. White.
La mayoría de los empleados de la agencia reciben su sueldo de su presupuesto base. Pero solo 3,000 de los 13,000 empleados de la agencia están actualmente trabajando. La mayoría de los que no están trabajando son profesores, que representan la mayoría de la fuerza laboral de la UNRWA en Gaza. Las escuelas han estado cerradas desde el inicio de la guerra y muchas se usan como refugio para personas desplazadas. Sin embargo, la UNRWA ha seguido pagando los salarios de todos sus trabajadores.
Ahora, dijo el Sr. White, si se agota el financiamiento para el presupuesto base, aumenta la posibilidad de que los trabajadores críticos abandonen sus empleos.
“El sistema completo falla sin ellos”, dijo.