El Senado votó el viernes para avanzar en la Ley Laken Riley, poniendo a los republicanos un paso más cerca de enviar el primer proyecto de ley del 119 ° Congreso al presidente electo Trump para su firma la próxima semana y dándole una victoria temprana en uno de sus temas clave.
Los senadores votaron 61-35 para poner fin al debate sobre el proyecto de ley, con 10 demócratas votando con todos los republicanos; se necesitaban 60 votos.
Los demócratas que votaron “sí” fueron los senadores Rubén Gallego (Ariz.), Mark Kelly (Ariz.), Jon Ossoff (Ga.), Gary Peters (Mich.), Jacky Rosen (Nev.), Catherine Cortez Masto (Nev.), Jeanne Shaheen (N.H.), Maggie Hassan (N.H.), Mark Warner (Va.) y Elissa Slotkin (Mich.). Gallego y el senador John Fetterman (de Pennsylvania), quien no votó, fueron copatrocinadores de la legislación.
La votación prepara el camino para la aprobación final del proyecto de ley relacionado con la inmigración en la cámara alta a principios de la próxima semana. Tendrá que ir a la Cámara para su aprobación una vez más antes de que Trump pueda firmarlo.
La legislación requeriría la detención federal de inmigrantes sin estatus legal que sean acusados de robo, allanamiento de morada y agresión a un oficial de policía, entre otras cosas.
“Este proyecto de ley es un paso pequeño pero crítico para resolver la crisis fronteriza de Biden, el primero de muchos que debo añadir”, dijo el líder de la mayoría del Senado, John Thune (R-S.D.) en el piso el viernes por la mañana antes de la votación.
El proyecto de ley lleva el nombre de Laken Riley, una estudiante universitaria de Georgia que fue asesinada hace casi un año por un migrante venezolano que había sido arrestado por hurto antes del ataque y puesto en libertad condicional en EE. UU.
Un par de votaciones procedimentales a principios de esta semana contaron con un respaldo abrumador de los demócratas; 48 demócratas también votaron a favor del proyecto en la Cámara a principios de este mes.
Sin embargo, si bien varios de esos demócratas han dicho que apoyarían la aprobación final del proyecto de ley, otros dijeron que solo votaban para abrir el debate y facilitar un proceso de enmienda.
La votación del viernes no fue tan grande, después de que ese proceso de enmienda no diera los frutos que los demócratas habían esperado.
La cámara alta solo votó sobre dos enmiendas, una de las cuales, propuesta por el senador John Cornyn (R-Texas) y que agregaba la disposición de agresión a un oficial de policía, fue adoptada.
La otra, presentada por el senador Chris Coons (D-Del.) y derrotada por líneas partidistas, habría eliminado parte del proyecto de ley que otorga a los fiscales generales estatales autoridad para demandar a funcionarios federales de inmigración por detenciones.
Los demócratas expresaron numerosas preocupaciones sobre el proyecto de ley en las últimas semanas, incluida la falta de fondos disponibles para hacer frente a las detenciones que resultarán del proyecto de ley. El Departamento de Seguridad Nacional estimó que costaría casi $ 27 mil millones implementar la ley durante el primer año y que “sería imposible para [Inmigración y Control de Aduanas] ejecutarla dentro de los recursos existentes”.
Otras preocupaciones surgen de la detención de migrantes tras el arresto en lugar de la condena, y la cuestión relacionada con los fiscales generales estatales que Coons abordaría con su enmienda.
Antes de la votación de cloture del viernes, el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), quien había votado anteriormente para abrir el debate sobre el proyecto de ley, lamentó que no se trajeran más votos sobre enmiendas al piso.
“Votamos sobre dos enmiendas… y no más”, dijo Schumer. “Lamentablemente, sin más cambios… para abordar deficiencias, votaré ‘no'”.
“Aunque no apoyo este proyecto de ley en particular, estoy listo para trabajar con ambas partes para aprobar una legislación inteligente, efectiva, dura y sensata para asegurar nuestras fronteras y reformar nuestro sistema de inmigración”, agregó Schumer.
Varios demócratas votaron a favor del proyecto de ley solo meses después de que el partido fuera diezmado en las urnas, con la seguridad fronteriza y la inmigración jugando un papel clave mientras los republicanos criticaban repetidamente a los demócratas por ser demasiado débiles en esos temas.
Los demócratas intentaron culpar a los republicanos de los problemas en la frontera durante gran parte del año pasado, especialmente después de que Trump y los conservadores hundieran un paquete fronterizo bipartidista. Sin embargo, ese argumento no se mantuvo, ya que los cruces récord siguieron vinculados a la administración de Biden.
“Desafortunadamente, parece que incluso un proyecto de ley simple y directo para detener a los inmigrantes ilegales criminales es demasiado para algunos en la izquierda”, dijo Thune. “Algunos de nuestros colegas demócratas han estado buscando una razón, cualquier razón, para justificar votar en contra de este proyecto de ley.”