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En un giro sorprendente de los acontecimientos, el Reino Unido salió de la recesión con un crecimiento del 0.6% en el primer trimestre de 2024, la tasa más rápida en dos años. El país parece estar divergiendo del resto de Europa, que según la Encuesta de Atractividad de Europa de EY 2024 está enfrentando desafíos significativos.
Nuestra encuesta revela que la inversión extranjera directa (IED) en Europa cayó un 4% en comparación con 2022 y ahora es un 11% más baja que antes de la pandemia. Mientras que el Reino Unido está desafiando esta tendencia, el resto de Europa está experimentando un declive real, con Francia y Alemania viendo disminuir sus proyectos respaldados por IED de un año a otro en 2023, a pesar de mantener su posición en la parte superior de la tabla de inversión europea. Dado que la inversión extranjera aumentó en otras partes del mundo durante el mismo período, estas cifras deberían preocupar a los responsables políticos europeos.
A pesar de los desafíos, Europa sigue siendo un destino atractivo para los inversores. Sin embargo, es importante analizar las razones detrás del declive si queremos encontrar formas para que Europa siga siendo competitiva en el mercado global.
Europa enfrenta desafíos mientras la tecnología y las finanzas impulsan al Reino Unido
En 2023, Europa experimentó un lento crecimiento económico, una inflación creciente, aumentos en los costos de energía y un panorama geopolítico precario. La inversión extranjera es esencial para la creación de empleo, la innovación, el crecimiento de las exportaciones y una economía fuerte, pero los inversores están cautelosos.
Francia, el Reino Unido y Alemania siguen atrayendo alrededor de la mitad de la IED europea, manteniendo sus posiciones como los tres destinos principales. Aunque Francia emergió como el mercado líder al aprovechar sus capacidades de investigación y desarrollo (I+D) y atraer a importantes bancos después del Brexit, aún experimentó una disminución del 5% en 2023. Sin embargo, el número de empleos creados por la IED aumentó un 4%, subrayando los beneficios continuos de las reformas favorables a los negocios y una economía comparativamente saludable en relación con otros países europeos.
La IED en Alemania disminuyó un 12% en 2023, continuando una tendencia a la baja constante desde el inicio de la pandemia. Los inversores industriales han sido disuadidos por el entorno recesivo, los altos precios de la energía y las preocupaciones sobre la seguridad del suministro energético. La burocracia compleja y los altos costos laborales siguen limitando la capacidad de Alemania para atraer más negocios extranjeros.
Por el contrario, el Reino Unido rompió la tendencia, con un crecimiento del 6% en la IED en 2023, aunque siguió estando significativamente por debajo de los niveles previos al Brexit. Después de un 2022 marcado por la incertidumbre política, la alta inflación y el aumento de los precios de la energía, los inversores percibieron algo de retorno a la estabilidad en los mercados del Reino Unido. Los proveedores de software y tecnología de la información extranjeros fueron particularmente leales a Londres, que superó a París en el primer puesto como la región de inversión número 1 de Europa. La atractividad de Londres para el sector financiero también resultó significativa, con un aumento del 20% en los proyectos de servicios financieros en Londres.
Desbloqueando el potencial de Europa
A pesar de un panorama desafiante en toda Europa, hay motivos para ser optimistas. Además de mirar los números de la IED, preguntamos a los líderes empresariales sobre sus planes futuros, y el 72% de ellos dijo que planean expandirse o establecer operaciones en Europa en el próximo año, un aumento del 67% en 2022. Esto indica que Europa sigue siendo un territorio clave en los planes comerciales futuros.
Nuestra encuesta también identificó las áreas de crecimiento clave en las que se está enfocando el negocio. La innovación y los servicios orientados al cliente son fundamentales, con más de la mitad (55%) de las organizaciones diciéndonos que tienen la intención de aumentar el gasto en I+D y ventas y marketing en Europa en los próximos tres años. La IED en la manufactura se mantuvo estable con apenas un descenso del 1% en general, pero se observaron aumentos significativos en el sur y este de Europa a medida que las organizaciones reorganizaban sus cadenas de suministro. El turismo y la cultura experimentaron un enorme aumento del 130% en la inversión a medida que se aliviaron las restricciones pandémicas. Los líderes europeos deben aprovechar estas fortalezas y centrarse en donde está la demanda para impulsar la recuperación.
Por otro lado, los inversores expresaron preocupaciones sobre varios temas, incluida la carga regulatoria, los precios volátiles de la energía y la inestabilidad política. Los inversores creen que un aumento en la regulación podría sofocar el crecimiento empresarial y la innovación, y Europa debe asegurarse de que la regulación, aunque importante, no se convierta en burocracia. La crisis energética de los últimos dos años sigue siendo una gran preocupación, y la incertidumbre en los meses previos a las elecciones europeas, así como el aumento de las tensiones sociales y el radicalismo político, también están asustando a los inversores.
No hay lugar para la complacencia aquí. Europa se enfrenta a una competencia cada vez más feroz por parte de Estados Unidos y Asia. Los responsables políticos europeos deben tomar medidas audaces y decisivas ahora para aumentar la atractividad comercial del viejo continente y asegurar la mejor oportunidad de recuperación.
Un cambio en la política pública en toda Europa alentaría a los inversores extranjeros a invertir más. Quedan preguntas clave: Cómo armonizar la regulación, restaurar la confianza en el suministro de energía, eliminar las barreras más inmediatas a la inversión y facilitar el acceso al capital. Para responder a ellas, Europa debe diseñar políticas industriales a largo plazo.
Los líderes europeos deben priorizar estas preguntas y aprovechar las fortalezas del continente si quieren seguir siendo competitivos en los próximos años.
Julie Linn Teigland es la socia directora del área de EMEIA de EY. Las opiniones reflejadas en este artículo son las opiniones del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de la organización global de EY o sus firmas miembro.
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