El regulador de competencia del Reino Unido revisará menos acuerdos globales, afirma jefe.

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El regulador de competencia del Reino Unido es probable que analice menos acuerdos globales a medida que el gobierno le insta a adoptar una agenda más favorable al crecimiento, dijo el jefe de la agencia.

Sarah Cardell, directora ejecutiva de la Autoridad de Competencia y Mercados, dijo que “un puñado de acuerdos globales” podrían proceder ahora sin interferencia de la CMA, aunque enfatizó que no sería “temporada abierta” para fusiones que perjudiquen a los consumidores.

“Creo que, en los márgenes, puede haber quizás un puñado de acuerdos globales que hubiéramos analizado previamente y que quizás decidimos que no necesitamos analizar”, dijo el jueves en una conferencia de antimonopolio en Londres organizada por The Economist.

Sin embargo, Cardell advirtió que esto “no es una invitación, temporada abierta para cada fusión anticompetitiva bajo el sol. Si vemos que llega una ola de esas, entonces creo que nuestras revisiones aumentarán”.

La agencia ya ha dicho que acortará los plazos en algunas consultas sobre fusiones con el fin de acelerar el proceso para las empresas, después de que los ministros le pidieran que fuera “más ágil”.

El gobierno dijo en su “dirección estratégica” preliminar para la agencia este mes que la CMA debería tratar de evitar la duplicación cuando otros organismos reguladores estén analizando acuerdos que también abordarán preocupaciones del Reino Unido.

La CMA ha enfrentado un escrutinio intenso en los últimos meses, convirtiéndose en un foco de la frustración del gobierno con los reguladores por inhibir la inversión empresarial en el Reino Unido. Los ministros destituyeron al presidente de la agencia, Marcus Bokkerink, el mes pasado en un movimiento sorpresa, reemplazándolo por el exjefe de Amazon UK, Doug Gurr.

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El jueves, Cardell reconoció que se necesitaba un cambio en la CMA, pero aconsejó a las empresas “que no dediquen mucho tiempo a hacer lobby en el gobierno sobre acuerdos individuales”, advirtiendo que no sería “fructífero”.

Admitió que existía la impresión de que la participación de la CMA anteriormente tenía un “efecto disuasorio [en las fusiones] y que tengo la responsabilidad… de actuar en consecuencia”.

Agregó: “Hay una coherencia y cohesión internas en lo que estamos haciendo. No hemos entrado de repente en este estado de incertidumbre errática”.

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