El primer ministro en funciones de Líbano, Najib Mikati, condenó el viernes un presunto ataque israelí contra una residencia que albergaba periodistas como un “nuevo capítulo de crímenes de guerra”, mientras que dos personas murieron en el norte de Israel por bombardeos desde Líbano.
Tres trabajadores de medios murieron y otros tres resultaron heridos en un ataque aéreo israelí en la ciudad de Hasbiyya, informó el Ministerio de Salud de Líbano el viernes.
Tras reunirse con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, en Londres, Mikati acusó a Israel de atacar deliberadamente a representantes de medios para evitar que los periodistas informaran sobre su ofensiva en el sur de Líbano contra la milicia Hezbolá, respaldada por Irán.
El ministro de Información de Líbano, Ziad Makary, dijo en una publicación en X que 18 periodistas estaban presentes en la residencia cuando fue atacada.
Imágenes del lugar mostraron un edificio destruido y autos destrozados, algunos de los cuales estaban marcados como vehículos de prensa.
El canal proiraní Al Mayadeen informó que un camarógrafo y un técnico vinculados al canal murieron temprano el viernes en un ataque israelí a la residencia en la ciudad de Hasbiyya.
El canal Al Manar, órgano de propaganda de Hezbolá, dijo que su camarógrafo también murió en el ataque.
El jefe de Al Mayadeen, Ghassan Ben Jeddou, responsabilizó completamente a Israel de lo que calificó como un “crimen de guerra”.
No hubo comentarios inmediatos de Israel.
El Ministerio de Salud informó que 163 trabajadores murieron en el conflicto.
Los comentarios de Maliki llegaron más de tres semanas después de que Israel lanzara su ofensiva terrestre en el sur de Líbano, con el objetivo de alejar a Hezbolá de las regiones fronterizas.
La tensión latente entre Israel y Hezbolá, que culminó por última vez en una gran guerra en 2006, volvió a estallar poco después de que el grupo militante palestino Hamas lanzara ataques sin precedentes el 7 de octubre de 2023.
Hezbolá e Israel pasaron casi un año intercambiando disparos a través de la frontera, dejando cientos de muertos y miles de heridos en Líbano antes del inicio de la ofensiva israelí.
La lucha también ha cobrado su precio en los trabajadores de la salud en Líbano, según cifras oficiales mostradas el viernes, con al menos 163 muertos en ataques israelíes.
Al menos ocho hospitales y más de 100 otras instalaciones médicas han tenido que cesar operaciones debido a ataques israelíes en los últimos años.
La Organización Mundial de la Salud dijo que la cifra corresponde a casi un tercio de todas las instalaciones de salud en el país.
Incluso antes de que estallara el conflicto, el sector de la salud en Líbano estaba bajo una enorme presión. El país mediterráneo ha estado inmerso en la peor crisis económica de su historia desde 2019.
Según el ministerio de Salud, alrededor del 30% de los médicos y enfermeras ya han abandonado el país debido a la crisis.