VARSOVIA, Polonia (AP) — El primer ministro polaco, Donald Tusk, viajó el sábado a la frontera del país con Bielorrusia, que también es la frontera exterior de la Unión Europea con el estado autocrático, y prometió hacer más para fortalecer la seguridad a lo largo de toda su frontera oriental.
Tusk acusó a Bielorrusia, aliado de Rusia, de intensificar lo que él llamó una “guerra híbrida” contra Occidente al fomentar que los migrantes intenten cruzar hacia la UE. Prometió que Polonia no escatimaría gastos en su seguridad fronteriza.
“Sé que hay cada día más cruces ilegales”, dijo Tusk a los reporteros en la frontera, donde se reunió con soldados del ejército polaco, oficiales de la guardia fronteriza y policía. También mencionó “la creciente amenaza resultante de la guerra ruso-ucraniana, la agresión rusa contra Ucrania y la incierta situación geopolítica.”
La visita a la frontera, la primera de Tusk desde que asumió el cargo en diciembre, llega después de que un juez polaco se fugara a Bielorrusia este mes. Alegó que estaba enfrentando persecución en Polonia, una democracia, pero las autoridades lo han denunciado como traidor y lo están investigando por sospecha de espionaje.