El primer ministro de Columbia Británica, David Eby, dice que hay “cero posibilidad” de que la provincia implemente las recomendaciones de la oficial de salud provincial de que se dispongan alternativas a los opioides y otras drogas callejeras sin necesidad de receta.
Eby dice que tiene “gran respeto” por la Dra. Bonnie Henry, quien según él salvó innumerables vidas durante la pandemia de COVID-19, agregando que está bien que ocasionalmente tengan diferencias de opinión.
Dijo en una conferencia de prensa el viernes que su posición es “no negociable” y que B.C. no adoptará un modelo en el que los profesionales médicos no estén “directamente involucrados” si las personas utilizan “drogas dañinas y tóxicas”.
Henry afirmó el jueves que las estrategias de prohibición de drogas no solo han fracasado en controlar el acceso a sustancias controladas, sino que también han creado el suministro de drogas tóxicas no regulado que ha cobrado la vida de más de 14,000 personas desde que se declaró la emergencia de salud en B.C. hace ocho años.
Su informe indica que 225,000 o más personas en B.C. tienen acceso a drogas no reguladas y el fentanilo sigue siendo el principal causante, con el 83 por ciento de las muertes por drogas ilícitas relacionadas con los opioides.
Henry indica que la distribución de drogas de suministro seguro a través de recetas enfrenta “barreras y desafíos” presentados por la capacidad limitada del sistema, y que B.C. no puede recetarse salida de la crisis.
El informe refleja los hallazgos de la ex médica forense jefe Lisa Lapointe, quien dijo en enero antes de dejar su cargo que las drogas de suministro seguro recetadas no resolverían la crisis.