El Presidente de Zambia, Hakainde Hichilema, ha despedido a tres jueces de alto rango que previamente suspendió por supuestas irregularidades judiciales, provocando más acusaciones de interferencia política en el poder judicial.
Los tres jueces del Tribunal Constitucional presidieron una petición presidencial en 2016 en la que desestimaron el desafío de Hichilema contra la victoria electoral del ex Presidente Edgar Lungu.
También participaron en una polémica decisión que permitió a Lungu presentarse en las elecciones de 2021, a pesar de haber sido presidente de Zambia en dos ocasiones.
Su despido se produce después de perder una solicitud judicial para revisar la decisión de un panel judicial que recomendaba su suspensión.
El domingo por la noche, un comunicado emitido por la presidencia indicó que habían sido “removidos con efecto inmediato” tras una recomendación de la Comisión de Quejas Judiciales (JCC).
“El retiro de los jueces se ejerce de acuerdo con los poderes otorgados al Presidente bajo la constitución de Zambia”, señaló.
Los tres jueces – Justicia Annie Sitali, Justicia Mungeni Mulenga y Justicia Palan Mulonda – no han comentado públicamente sobre el tema.
La JCC los investigó por presuntas irregularidades tras una denuncia de Moses Kalonde, un ciudadano privado.
El año pasado, la JCC rechazó una denuncia del abogado Joseph Busenga, quien había solicitado la destitución de los tres jueces, alegando que habían manejado mal la petición electoral de 2016.
Ha habido reacciones mixtas al despido de los jueces.
Las tensiones políticas han ido en aumento en Zambia antes de las elecciones de 2026, cuando se espera que Hichilema y Lungu se enfrenten por cuarta vez.
La comentarista social y política Laura Miti dice que los zambianos informados están divididos entre los que piensan que esto es un movimiento legal pero propio del presidente y los que lo apoyan.
“Mi opinión es que los jueces se comportaron de manera espectacular en la petición presidencial de 2016. Si eso es cierto, esto parece una venganza del presidente por su veredicto, lo cual es muy preocupante”, le dijo a la BBC.
Pero Makebi Zulu, abogado de Lungu en el caso, calificó el movimiento de “ilegalidad”, diciendo a la BBC que era un exceso ejecutivo destinado a interferir en la independencia del poder judicial.
“Ningún juez debería ser disciplinado por llevar a cabo su función judicial”, dijo.
Bajo la constitución de Zambia, todos los jueces, incluido el presidente del Tribunal Supremo, son nombrados por el presidente previa recomendación de la Comisión de Servicio Judicial y con la aprobación de la Asamblea Nacional.
El académico Sishuwa Sishuwa señala que “la realidad es que siempre tendremos el problema de jueces incompetentes y no calificados mientras el proceso de nombramiento esté liderado por el ejecutivo”.
“No importa quién esté en el poder”, publicó en X, añadiendo que un enfoque estructurado y de mente abierta es más beneficioso que “cambios individualizados y dirigidos”.
En respuesta al debate del lunes por la noche, la presidencia dijo que la decisión “de ninguna manera fue una decisión política”, agregando que el presidente “estaba obligado por la constitución a seguir” las recomendaciones de la JCC.
“La JCC encontró pruebas de una conducta indebida por parte de los jueces y el Presidente Hichilema siguió todo el debido proceso para removerlos”, dijo la estratega principal de comunicación de State House, Whitney Mulobela, en un comunicado.