SAO PAULO (AP) — El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció el jueves la creación de dos nuevos territorios indígenas para Brasil, elevando el total de reservas nuevas durante este mandato a 10.
La reserva Cacique Fontoura estará en el estado de Mato Grosso y el territorio Aldeia Velha estará en el estado de Bahía. Juntos cubrirán un área total de casi 132 millas cuadradas (342 kilómetros cuadrados).
Hablando en una ceremonia en Brasilia, Lula dijo que los pueblos indígenas deberían ser pacientes mientras busca cumplir su promesa de crear 14 nuevos territorios.
El predecesor de Lula, Jair Bolsonaro, había fomentado el desarrollo generalizado de la Amazonía, tanto legal como ilegal, y cumplió su promesa de no demarcar ni un solo centímetro de tierra indígena adicional.
Lula tomó posesión en 2023 prometiendo cambiar eso, pero los activistas de derechos indígenas esperaban que se moviera más rápido. El año pasado, demarcó seis territorios en abril y dos más en septiembre.
El presidente brasileño dijo durante su discurso que los dos nuevos territorios no serán suficientes. Citó problemas legales como la razón de la demora en reservar tierras adicionales.
“Sé que tienen cierta preocupación porque esperaban seis territorios indígenas. Decidimos autorizar dos, y eso frustró a algunos de nuestros amigos”, dijo Lula, de pie al lado de su ministra de pueblos indígenas, Sônia Guajajara, que llevaba un tocado tradicional de plumas amarillas. “Hice esto para no mentirles. Es mejor resolver los problemas en vez de simplemente autorizarlo.”
Los cuatro territorios indígenas previstos que no fueron autorizados están ocupados por agricultores que tienen derechos de propiedad sobre esas tierras, dijo el gobierno de Brasil.
El líder indígena Dinamam Tuxá dijo a los periodistas que estaba “parcialmente feliz.”
“Cada nuevo territorio indígena es una victoria”, dijo Tuxá.
El año pasado, la Corte Suprema de Brasil decidió consagrar los derechos de tierras indígenas en un caso presentado por agricultores que buscaban impedir que los pueblos indígenas expandieran el tamaño de sus reclamos territoriales.
La corte rechazó una teoría legal que argumentaba que la fecha en que se promulgó la constitución de Brasil —el 5 de octubre de 1988— debería ser la fecha límite para que los pueblos indígenas tuvieran que haber ocupado físicamente la tierra o estar luchando legalmente para reocuparla.
Varios legisladores en el Congreso de Brasil siguen presionando para revivir esa teoría y encajarla en la legislación.
Grupos de derechos indígenas argumentaron que el concepto de la fecha límite es injusto, ya que no tiene en cuenta los desalojos y desplazamientos forzados de poblaciones indígenas, particularmente durante la dictadura militar de dos décadas en Brasil.