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Sujétate, Nicole Shanahan. La mayoría de los estadounidenses no han oído hablar de la ex esposa del cofundador de Google, Sergey Brin. Después de haber sido presentada el martes como compañera de fórmula de Robert Kennedy Jr, la vida de Shanahan se verá trastornada. La candidatura de terceros de RFK podría dividir el voto en estados clave. Eso lo convierte en el posible Ralph Nader de 2024, el candidato del Partido Verde que en 2000 restó apoyo a Al Gore. El ganador fue George W. Bush. Esta vez sería Donald Trump. Si hay algo perjudicial sobre Shanahan, la campaña de Joe Biden estará motivada para encontrarlo.
No hay duda de por qué Kennedy eligió a Shanahan; ella es súper rica. El costo de lograr una candidatura de terceros en 50 boletas estatales es una gran barrera de entrada. Shanahan, que acordó una suma no revelada en su divorcio de multimillonario Brin, está dispuesta a gastar. Contribuyó con 4 millones de dólares para el anuncio del Super Bowl de RFK a principios de este año, en el que indignó a su familia al compararse con su tío, John F. Kennedy. Ahora ayudará a pagar los gastos legales y financiar la recopilación de firmas que se necesitan para que sus nombres estén en la boleta. Hasta ahora, la abogada tecnológica y filántropa no tenía experiencia política ni presencia nacional. “Estoy seguro de que no hay un estadounidense más calificado para desempeñar este papel que Nicole Shanahan”, dijo RFK Jr en el evento del martes.
A los 70 años, RFK Jr es bastante mayor para postularse a un cargo por primera vez. A los 38, Shanahan aún tiene la mayor parte de su vida por delante. Solo puede haber dos finales para el camino en el que se encuentran. O bien la candidatura de Kennedy-Shanahan será otra entrada quijotesca en la colorida historia de las candidaturas de terceros de Estados Unidos; o pasarán a la historia como la pareja que ayudó a devolver la Casa Blanca a Trump. La última opción podría complicar el resto de la vida de Shanahan. Nada podría prepararla para lo que está a punto de vivir. El martes por la mañana, se despertó como una inversora relativamente oscura del Silicon Valley. Terminó el día como una de las figuras más criticadas en Estados Unidos.
El caso Kennedy-Shanahan es que la política estadounidense está rota. No hay argumento contra eso. En la práctica, su candidatura podría no ser el remedio que Estados Unidos necesita. Las encuestas muestran que RFK Jr atraería la mayor parte de su apoyo de los votantes demócratas. El hecho de que Timothy Mellon, un fuerte partidario y donante de Trump, haya dado 20 millones de dólares a Kennedy indica que las encuestas privadas respaldan eso. Es poco probable que malgastes ese tipo de dinero en una causa sin esperanza sin un objetivo más grande. Las encuestas dan a RFK Jr entre un 2 y un 15 por ciento de los votos en una carrera de tres vías. Incluso el número más bajo podría alterar una elección reñida. Nader obtuvo un 2.7 por ciento en 2000. Jill Stein, la candidata del Partido Verde en 2016, apenas obtuvo un uno por ciento. Pero su resultado fue mayor que el margen de victoria de Trump sobre Hillary Clinton en Michigan y Wisconsin.
Los demócratas tienen todo el incentivo para hacerle la vida lo más difícil posible a Kennedy y Shanahan. La historia personal de Kennedy es bien conocida. Se recuperó de la adicción a la heroína y de una probatoria de dos años para convertirse en un abogado ambientalista luchador. No es ajeno al escándalo. En 2013, el New York Post obtuvo su diario privado en el que relataba infidelidades con mujeres, 37 asuntos en 2001 solo. Su segunda esposa, Mary Richardson Kennedy, que sufría depresión, murió por suicidio en 2012. Kennedy a menudo es criticado por sus hermanos y otros familiares por sus campañas antivacunas. La teoría que promueve —que las vacunas causan autismo— ha sido desmentida médicamente.
Pero apela a grandes sectores de América que son hostiles a la industria farmacéutica. La mayoría de los estadounidenses tienen un familiar cercano que sufre una enfermedad crónica, como diabetes, cáncer, hipertensión o adicción. Millones se sienten estafados por las grandes compañías farmacéuticas. El martes, Shanahan prometió solucionar las enfermedades crónicas en “semanas, no años” de ser elegida. Muchos estadounidenses también se ven afectados por la contaminación —otro de los temas de RFK y una de las causas filantrópicas de Shanahan. Si sus nombres aparecen en la boleta, obtendrán algunos votos. La pregunta es si el sacrificio valdrá la pena.
Hace dos años, el Wall Street Journal afirmó que Shanahan tuvo una aventura con Elon Musk, dueño de Tesla, SpaceX y X, lo que llevó a su divorcio de Brin. Musk y Shanahan lo han negado. Shanahan ha sido sincera sobre su búsqueda de sentido en la vida. “Es casi imposible tener una gran riqueza y estar profundamente arraigado”, dijo a People Magazine. Aliarse con RFK Jr es sin duda una forma de abordar eso.