Ciudad del Vaticano (AP) – El Papa Francisco reafirmó el vínculo especial de los cristianos con los judíos en medio del creciente antisemitismo desde el estallido de la guerra en Gaza en una carta a los judíos de Israel que dijo que fue motivada por mensajes de organizaciones judías de todo el mundo.
La carta sirvió como un intento tardío de reparar relaciones después de que Francisco fuera criticado por su respuesta inicial a los ataques de Hamas del 7 de octubre en Israel. Francisco dijo que la Tierra Santa ha sido “arrojada a una espiral de violencia sin precedentes”, parte de lo que el papa se refirió como “una especie de ‘guerra mundial fragmentada’ con serias consecuencias en la vida de muchas poblaciones.”
“Mi corazón está destrozado al ver lo que está sucediendo en la Tierra Santa, por el poder de tanta división y tanto odio”, escribió el pontífice. “El mundo entero observa lo que está sucediendo en esa tierra con aprensión y dolor.”
En noviembre, el papa desató una polémica al utilizar la palabra “terrorismo” durante reuniones separadas y a puerta cerrada con familiares de rehenes israelíes en Gaza y palestinos que vivían la guerra.
Sin entrar en detalles, Francisco dijo en la carta a los judíos israelíes que se vio conmovido por la comunicación de amigos y organizaciones judías de todo el mundo para “asegurarles mi cercanía y cariño. Abrazo a cada uno de ustedes y especialmente a aquellos que están consumidos por la angustia, el dolor, el miedo e incluso la ira.”
Dijo que los católicos “están muy preocupados por el terrible aumento de los ataques contra los judíos en todo el mundo que habíamos esperado que ‘nunca más’ sería un lema escuchado por las nuevas generaciones, sin embargo, ahora vemos que el camino por delante requiere una colaboración cada vez más estrecha para erradicar estos fenómenos.”
“Mi corazón está cerca de ustedes, de la Tierra Santa, de todos los pueblos que la habitan, israelíes y palestinos, y rezo para que el deseo de paz prevalezca en todos”, dijo.
La reconciliación entre judíos y católicos ofrece “un horizonte” para imaginar un futuro “donde la luz reemplace la oscuridad, en el que la amistad reemplace el odio, en el que la cooperación reemplace la guerra”.
“Juntos, judíos y católicos, debemos comprometernos con este camino de amistad, solidaridad y cooperación en la búsqueda de formas de reparar un mundo destruido, trabajando juntos en todas partes del mundo, y especialmente en la Tierra Santa, para recuperar la capacidad de ver en el rostro de cada persona la imagen de Dios, en la que fuimos creados”, escribió Francisco.