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Por Joshua McElwee
AJACCIO, Francia (Reuters) -El Papa Francisco instó a los sacerdotes católicos el domingo a protegerse de grupos espirituales que fomentan divisiones políticas, hablando durante una visita de un día a Córcega, la primera de un pontífice a la isla mediterránea francesa.
En una conferencia sobre religión en la región del Mediterráneo, el pontífice advirtió contra las variedades de espiritualidad que “buscan la autoengrandecimiento alimentando polémicas, estrechez de miras, divisiones y actitudes exclusivistas”.
“Los pastores de la Iglesia están llamados a ser vigilantes, a ejercer discernimiento y a estar constantemente atentos a estas formas populares de religiosidad”, dijo el Papa.
Francisco, haciendo su tercera y probablemente última visita al extranjero de 2024, no mencionó ningún grupo religioso específico.
Córcega tiene una larga historia de asociaciones laicas católicas, conocidas como cofradías. Por lo general se centran en cuestiones espirituales, pero a veces desempeñan un papel en la política local.
El Papa pasó alrededor de nueve horas en Ajaccio, la capital de Córcega. Después de asistir a la conferencia, celebró una misa al aire libre con lo que el Vaticano estimó que era una multitud de 15,000 católicos. También se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron.
Visitar lugares que a menudo no atraen la atención internacional es parte de la política del Papa de resaltar a las personas y problemas en lo que él llama las “periferias” del mundo.
En el transcurso de su papado de 11 años, Francisco aún no ha visitado la mayoría de las capitales de Europa occidental, incluyendo París.
Macron había invitado a Francisco a asistir a la reapertura de la Catedral de Notre Dame el 7 de diciembre, cinco años después de que un incendio devastador casi destruyera el edificio medieval. El papa decidió no ir, y en su lugar se reunieron brevemente en el aeropuerto de Ajaccio el domingo antes de que Francisco regresara a Roma.
Francisco agradeció a Macron por hacer la visita a Córcega para verlo. Macron, quien tomó de la mano al Papa durante un intercambio de regalos diplomáticos de rutina, dijo que era un “gran honor” venir.
EL PAPA CUMPLE 88 AÑOS EL MARTES
Francisco, quien cumple 88 años el martes, salió de su avión a su llegada a Córcega a través de un ascensor y usó una silla de ruedas al saludar a los funcionarios en la pista, como es normal cuando viaja.
Durante un breve paseo en un papamóvil descubierto desde el aeropuerto, el Papa saludó a las multitudes en la calle y parecía estar en buena forma. Todavía tenía un pequeño moretón en el mentón, resultado de lo que el Vaticano describió como una caída leve en su habitación a principios de este mes.
Córcega, famosa por su terreno montañoso y por ser el lugar de nacimiento de Napoleón Bonaparte, es la cuarta isla más grande del Mediterráneo. Es una de las regiones más pobres de Francia y alrededor del 20% de la población de 356,000 personas vive por debajo del umbral de pobreza, según las cifras del gobierno.
El Vaticano estima que aproximadamente el 81% de la población de Córcega es católica. Hay 83 sacerdotes en la isla y unas 30 monjas católicas, según dice.
Francisco, originario de Argentina y el primer papa de América, ha viajado ampliamente alrededor del Mediterráneo desde que se convirtió en pontífice en 2013, visitando Malta, la isla griega de Lesbos y la isla italiana de Lampedusa.
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