El oro cotizó en un estrecho rango el miércoles después de caer un 1.3% la sesión anterior, cuando los traders obtuvieron beneficios de la última racha récord del metal.
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El lingote se negoció cerca de $2,915 la onza, a unos $40 del máximo histórico alcanzado el lunes. Ha sido respaldado en los últimos días por datos débiles de EE. UU. que han impulsado las esperanzas de un recorte de tasas de interés de la Reserva Federal en julio, mientras que las amenazas arancelarias del presidente Donald Trump han aumentado la demanda de refugio seguro.
Los precios también han sido impulsados por un renovado interés en los fondos cotizados respaldados por lingotes. La semana pasada, las entradas netas fueron las mayores desde 2022, según datos compilados por Bloomberg.
Los compradores de ETF podrían “impulsar el próximo alza en el oro y podrían compensar más que suficiente las débiles tendencias técnicas y un mercado físico débil”, dijo la analista de Standard Chartered Plc, Suki Cooper, en una nota.
Los traders también estaban monitoreando nuevas amenazas comerciales de Trump luego de que el presidente firmara una acción ejecutiva el martes dirigida al Departamento de Comercio para examinar posibles aranceles al cobre.
Mirando hacia adelante, los inversores analizarán el índice de precios del gasto personal central el viernes, el indicador de inflación preferido por la Fed, en busca de pistas sobre la trayectoria de la política monetaria.
El oro al contado apenas cambió a $2,913.46 la onza a las 12:22 p.m. en Nueva York. El Índice Bloomberg del Dólar también se mantuvo estable. La plata subió mientras que el paladio y el platino se mantuvieron planos.
–Con la ayuda de Jack Ryan y Yvonne Yue Li.
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