CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (AP) — El ministro de Relaciones Exteriores de Botsuana dijo que su país fue abordado por el Reino Unido para aceptar a lo que él llamó sus “inmigrantes no deseados”, pero declinó la solicitud.
Los comentarios de Lemogang Kwape en una entrevista telefónica con el canal de televisión sudafricano Newzroom Afrika el martes llegaron horas después de que el Parlamento británico finalmente aprobara una legislación permitiendo que avanzara un plan polémico para enviar a algunos migrantes a Ruanda. El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo que los primeros vuelos a Ruanda en África Oriental partirían en julio.
Kwape no dijo cuándo el Reino Unido abordó a la nación del sur de África de Botsuana. Firmó su acuerdo polémico con Ruanda en abril de 2022 y los medios británicos han informado que el gobierno del Reino Unido ha mantenido conversaciones con cuatro países —Armenia, Costa Rica, Costa de Marfil y Botsuana— para replicar el plan de Ruanda.
“Puedo confirmar que efectivamente el gobierno británico a través del secretario de Relaciones Exteriores y el ministro para África se acercaron a Botsuana a través de canales diplomáticos para recibir inmigrantes ilegales destinados al Reino Unido, pero no accedimos a su solicitud”, dijo Kwape a Newzroom Afrika.
“Tenemos suficientes problemas con los que estamos lidiando, especialmente problemas de inmigración en nuestra vecindad”, dijo. “Así que creo que recibir inmigrantes no deseados de otro país mientras nosotros estamos lidiando con nuestros propios problemas en la región sería injusto para Botsuana.”
Kwape dijo que las autoridades británicas mencionaron a los migrantes de Afganistán como algunos de los que se proponía trasladar a Botsuana, pero ese fue el único país mencionado.
“No fueron tan explícitos”, dijo Kwape.
El plan de Sunak para frenar la oleada de migrantes cruzando el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones con la esperanza de solicitar asilo en el Reino Unido ha estado plagado de batallas legales y retrasos legislativos y ha sido fuertemente criticado por grupos de derechos humanos.
El acuerdo verá a los migrantes que lleguen al Reino Unido como polizones o en barcos enviados a Ruanda, donde se procesarían sus solicitudes de asilo. Si tienen éxito, se quedarían en Ruanda.
El gobierno británico ya ha pagado a Ruanda al menos 240 millones de libras esterlinas (298 millones de dólares) por el plan de asilo, incluso aunque aún no se ha deportado a ningún migrante.
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