La idea de conseguir que la corte emita una opinión legal fue propuesta originalmente por estudiantes de derecho en Fiji hace cinco años. Luego fue tomada por Vanuatu, una nación insular con una amarga experiencia de los impactos de las temperaturas y niveles del mar en aumento. El año pasado, alrededor del 80% de la población fue directamente afectada por un doble ciclón. La magnitud del daño llevó al gobierno a declarar un estado de emergencia de seis meses. Bajo presión de Vanuatu y muchas otras naciones, la Asamblea General de la ONU remitió dos importantes preguntas climáticas a los jueces internacionales de la CIJ. Estas se relacionan con las obligaciones que los países tienen según el derecho internacional de proteger el sistema climático de la Tierra de las emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero. Pero también pidieron a la corte que dictamine sobre las consecuencias legales de estas obligaciones en casos donde los estados “por sus actos y omisiones, han causado un daño significativo al sistema climático y otras partes del medio ambiente”. Vanuatu será el primer país en presentar pruebas en la audiencia de hoy en los Países Bajos. “Estamos en primera línea del impacto del cambio climático”, dijo Ralph Regenvanu, enviado especial de Vanuatu, a los periodistas antes de la audiencia. “Nuestra petición de una opinión consultiva de la CIJ sobre el cambio climático está en un momento crucial… uno que aclara las obligaciones legales internacionales para la acción climática”. Aunque la decisión de la corte no es vinculante, el resultado podría ser utilizado en otros casos legales donde pequeños estados insulares están buscando compensación financiera del mundo desarrollado por las pérdidas y daños que han sufrido como resultado de las emisiones históricas de gases que calientan el planeta. El caso judicial llega justo una semana después del final de la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán. La decisión tomada allí por el mundo más rico de proporcionar $300 mil millones al año en financiamiento climático para 2035 provocó enojo entre las naciones en desarrollo que argumentaron que era completamente insuficiente para sus necesidades. En La Haya, la corte también escuchará a una variedad de países, incluidos EE. UU. y China, así como a representantes del grupo productor de petróleo OPEP. Las audiencias durarán hasta el 13 de diciembre y se espera que la opinión de la corte se emita en 2025.