El líder de la oposición parlamentaria de Israel, Yair Lapid, ha expresado su disposición a unirse a un gobierno de derecha en Israel, siempre y cuando excluya al primer ministro Benjamin Netanyahu y a algunos de sus socios políticos más radicales.
“Israel ha perdido la confianza en el primer ministro”, dijo Lapid en una entrevista con Canal 12 de Israel el miércoles. “No podemos permitirnos una guerra prolongada con un primer ministro en quien el público no confía.”
“Netanyahu debe irse ahora”, afirmó Lapid.
La oposición política en Israel ha criticado fuertemente el liderazgo de Netanyahu y muchos han pedido su destitución en el pasado. Sin embargo, después de los ataques terroristas dirigidos por Hamás que, según el gobierno israelí, dejaron más de 1.200 muertos el mes pasado, la mayoría de los partidos de oposición se unieron en apoyo al esfuerzo bélico.
Una facción de la oposición, la alianza Unidad Nacional, encabezada por Benny Gantz, se unió al gobierno de emergencia en tiempos de guerra bajo el liderazgo de Netanyahu. Lapid, cuyo partido Yesh Atid controla 24 de los 120 escaños del Parlamento israelí, o Knesset, rechazó una oferta para unirse también.
Sin embargo, la ira pública hacia Netanyahu ha aumentado desde el ataque de Hamás, y algunos lo acusan de no haber evitado el ataque sorpresa y de supervisar una lenta respuesta del gobierno.
Netanyahu se ha negado a expresar si tiene alguna responsabilidad por haber fallado en prevenir el ataque. Otros altos funcionarios, incluido el Ministro de Finanzas de Israel y varios altos jefes de seguridad, han reconocido públicamente que no cumplieron con su deber de proteger a los ciudadanos del país.
Según la propuesta de Lapid, el partido de derecha Likud de Netanyahu lideraría un “gobierno de reconstrucción nacional” después de elegir un nuevo líder.
Es casi seguro que la propuesta será un fracaso para Netanyahu, el primer ministro con más años en el cargo en Israel, quien ha superado sucesivas crisis políticas, tres casos penales y un año y medio fuera del cargo antes de regresar al poder a finales de 2022. Ningún miembro de su partido Likud ha discutido públicamente su destitución.
En una declaración, el Likud calificó los comentarios de Lapid como “tristes y vergonzosos”, acusándolo de politizar en tiempos de guerra y de intentar reemplazar a Netanyahu con un gobierno que establecería un Estado palestino.