Comenzó en Qatar una reunión de dos días de los representantes especiales de varios países para Afganistán, presidida por el Secretario General de la ONU, António Guterres, según una portavoz de la ONU.
Según la ONU, el objetivo de la reunión es discutir la forma de abordar el aumento de la participación internacional en Afganistán.
El gobierno talibán en Kabul ha declinado participar en la reunión, citando condiciones incumplidas. Los talibanes querían ser reconocidos “como el único representante oficial de Afganistán” y tener conversaciones con la ONU sobre “todos los temas a un nivel muy alto”.
También se espera que asistan a la reunión mujeres afganas y representantes de la sociedad civil.
Grupos de derechos instaron a la ONU a garantizar que los derechos de las mujeres sean centrales en todas las discusiones.
En diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución solicitando al secretario general de la ONU que designara un enviado especial para Afganistán.
Los talibanes se opusieron al posible nombramiento de un enviado de la ONU, argumentando que no hay necesidad de otro enviado especial dada la presencia de la misión diplomática de la ONU en Kabul (UNAMA).
Recientemente, el Coordinador Especial de la ONU, Feridun Sinirlioglu, en un informe de evaluación recomendó un plan de acción para reintegrar a Afganistán en el sistema económico y político internacional, con la condición de que los talibanes cumplan con las obligaciones internacionales de Afganistán.
Desde su regreso al poder en 2021, los talibanes han rechazado llamados para la formación de un “gobierno inclusivo” y para garantizar el derecho de las mujeres a la educación y al trabajo. Como resultado, ningún país ha reconocido su gobierno. Las reservas bancarias del país están congeladas en Occidente, y altos líderes talibanes están en listas de búsqueda de Estados Unidos.