El jefe de la Conferencia de Seguridad de Múnich advierte: Rusia podría atacar a la OTAN.

El jefe de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Christoph Heusgen, ha declarado que no se puede descartar un ataque ruso a un miembro de la OTAN, según lo publicado el sábado, días antes de que comience la reunión de líderes mundiales y expertos en defensa.

Al preguntarle si creía que el presidente ruso Vladimir Putin podría ordenar tal ataque, Heusgen respondió: “Naturalmente. Putin ha dicho repetidamente que el colapso de la Unión Soviética fue la mayor catástrofe del siglo XX, ya que resultó en que muchos rusos quedaron varados fuera de las fronteras de Rusia”.

Heusgen dijo que Putin buscaba restablecer una Gran Rusia con las fronteras de la extinta Unión Soviética, un imperio global en el cual gobernaría como un zar, informó el Rheinische Post de Düsseldorf y el General Anzeiger de Bonn. “Si Putin no pierde la guerra en Ucrania, debemos tomar en cuenta que podría apoderarse de Moldavia o las repúblicas bálticas”, dijo.

Heusgen se negó a especular sobre lo que Putin podría intentar. “Pero debemos hacer todo lo posible para garantizar que Ucrania reciba las armas y la asistencia militar que necesita para resistir con éxito a los agresores rusos y expulsarlos de su territorio nacional”, dijo.

Heusgen se desempeñó como asesor de política exterior de la ex canciller Angela Merkel entre 2007 y 2017, durante casi todo su mandato. Luego fue nombrado embajador de Alemania en las Naciones Unidas antes de hacerse cargo de la conferencia de Múnich.

Hablando con el comentarista conservador de televisión de EE. UU. Tucker Carlson durante la semana, Putin dijo que Rusia no tiene ambiciones territoriales con respecto a Polonia o Letonia. Dijo que un ataque ruso a estos países de la OTAN podría descartarse, a menos que Polonia atacara a Rusia.

LEAR  La gran venta de verano de Walmart acaba de empezar: 15 ofertas que recomiendo desde $14.99

La Conferencia de Seguridad de Múnich se llevará a cabo en la capital bávara del 16 al 18 de febrero, con la participación de alrededor de 50 jefes de Estado y de Gobierno. Rusia e Irán han sido excluidos de las invitaciones.