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El jefe del negocio de defensa de Boeing está dejando la empresa después de años de pérdidas por contratos a precio fijo y un debacle de alto perfil con su cápsula espacial que dejó a dos astronautas en el espacio.
El director ejecutivo Kelly Ortberg dijo en un memo a los empleados el viernes que Ted Colbert, quien ha dirigido el brazo de Defensa, Espacio y Seguridad de Boeing desde 2022, dejaría la empresa “con efecto inmediato”. Una portavoz de Boeing dijo que Colbert optó por irse.
La salida de Colbert es el primer cambio en la cúpula directiva de la empresa desde que Ortberg asumió el puesto principal el mes pasado en reemplazo de Dave Calhoun. Steve Parker, el director de operaciones del negocio de defensa, lo liderará temporalmente hasta que la empresa nombre un sucesor permanente para Colbert.
El negocio de defensa de Boeing reportó pérdidas en 2022, 2023 y en el segundo trimestre de 2024. La división ha luchado con contratos a precio fijo para varios programas grandes, que representan solo el 15 por ciento de los ingresos pero han acumulado casi $14 mil millones en cargos en la última década. La analista de Jefferies, Sheila Kahyaoglu, estimó que los programas a precio fijo podrían consumir $2.6 mil millones en efectivo este año y $1.8 mil millones en 2025.
Los programas incluyen el avión de reabastecimiento KC-46, el avión de entrenamiento de la Fuerza Aérea T-7A y el dron de reabastecimiento MQ-25, así como el avión presidencial Air Force One y la nave espacial CST-100 Starliner que fue construida para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional.
Boeing sufrió un revés el mes pasado cuando la Nasa decidió no traer de vuelta a la Tierra a los astronautas Sunita Williams y Barry Wilmore en la nave espacial de Boeing. Debido a problemas técnicos, la agencia ahora planea traer a la pareja de regreso en febrero en una nave espacial de SpaceX.
Los problemas del grupo no se limitan a su negocio de defensa. Boeing ha estado perdiendo dinero este año, resultado de una producción más lenta de aviones comerciales mientras trata de mejorar la calidad de su fabricación después de una serie de crisis. La empresa ha sido escrutada desde todos los lados desde enero después de que un panel de puertas se desprendiera de un avión comercial en pleno vuelo y sus acciones han caído casi un 40 por ciento este año.
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La capacidad de la empresa para generar efectivo está vinculada a la entrega de aviones a las aerolíneas, pero eso vuelve a estar en cuestión después de que 33,000 trabajadores sindicales se fueran a la huelga la semana pasada, buscando mejores salarios y beneficios de jubilación. Boeing está imponiendo suspensiones temporales y una congelación de contrataciones para conservar efectivo.
Las agencias de calificación crediticia han dicho que la generación de efectivo de Boeing es un factor crítico para determinar si siguen clasificando a la empresa como de grado de inversión o la rebajan a basura. La empresa está bajo presión para recaudar más efectivo vendiendo acciones, posiblemente por un valor de hasta $10 mil millones.
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