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La actividad manufacturera de China se expandió por segundo mes consecutivo, según una encuesta privada, lo que indica una estabilización después de que Beijing desató un paquete de estímulos para fortalecer la economía.
El índice de gerentes de compras de manufactura de Caixin subió a 51.5 el mes pasado, el más alto desde junio, según un comunicado publicado por Caixin y S&P Global el lunes. La expansión fue mucho mayor de lo pronosticado por los economistas, que era de 50.6, y aceleró desde el 50.3 en octubre.
Los hallazgos mostraron que las exportaciones chinas han continuado impulsando la recuperación desigual de la economía de 18 billones de dólares, aunque el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles que podrían diezmar el comercio entre los países. Las medidas oficiales de actividad en noviembre mostraron un ligero aumento en el sector manufacturero, mientras que un indicador de construcción y servicios cayó inesperadamente de nuevo al nivel de 50 que separa la contracción de la expansión.
“La anticipación puede seguir apoyando las actividades manufactureras durante un par de meses hasta que se materialicen los aranceles, lo cual podría ocurrir bastante rápido dados los mecanismos establecidos en EE. UU.,” dijo Michelle Lam, economista de Greater China en Societe Generale SA.
El almacenamiento de clientes ayudó a que los nuevos pedidos en noviembre aumentaran al ritmo más rápido desde febrero del año pasado, con una inflación de precios de producción en niveles máximos de 13 meses, según la encuesta de Caixin. Sin embargo, el empleo permaneció en contracción por tercer mes consecutivo, lo que indica que el efecto de los estímulos aún no se ha filtrado hasta el mercado laboral.
“Si bien la desaceleración económica parece estar tocando fondo, necesita una mayor consolidación,” dijo Wang Zhe, economista senior del Grupo de Insight de Caixin, en un comunicado que acompaña la publicación. “Se espera que las presiones estructurales y cíclicas que enfrenta la economía continúen.”
El PMI para Asia excluyendo a China y Japón apenas cambió en octubre, mientras que una medida de pedidos de exportación mejoró al máximo desde mayo, otro signo de anticipación en toda la región antes de los aranceles prometidos por Trump.
En China, la demanda doméstica se benefició de los subsidios de Beijing para la compra de electrodomésticos, automóviles y equipos en un programa de intercambio, aunque los economistas dicen que se necesita más apoyo político para mantener el impulso de crecimiento.
“Estos planes simplemente adelantan la demanda, mientras que las transacciones inmobiliarias es poco probable que mejoren sustancialmente a menos que mejore el panorama para el empleo, los ingresos y la inflación,” dijo Kelvin Lam, economista de China en Pantheon Macroeconomics.
Los resultados de Caixin han sido en gran medida más sólidos que los de una encuesta oficial durante el año anterior, ya que las exportaciones se mantuvieron fuertes. Ambas encuestas cubren diferentes tamaños de muestra, ubicaciones y tipos de empresas, siendo la encuesta privada más enfocada en empresas pequeñas y orientadas a la exportación.
Los datos de exportación publicados el mes pasado mostraron que los envíos en los primeros tres trimestres se dispararon hacia el segundo valor más alto registrado, en un auge que colocó a China en camino hacia un superávit comercial récord que podría alcanzar casi $1 trillón este año.
A finales de septiembre, China realizó recortes contundentes a las tasas de interés y presentó medidas para fortalecer el mercado de la vivienda. Esto llevó a algunos analistas a elevar sus previsiones para el crecimiento de China en 2024, elevando la previsión mediana del crecimiento para este año al 4.8%, según estimaciones compiladas por Bloomberg.
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