El consultor educativo en la India no le reveló a Maninderjit Kaur, una estudiante con destino a Canadá, la ubicación exacta del colegio en el que se había inscrito, en relación a Toronto.
La Sra. Kaur le dijo a mi colega, Norimitsu Onishi, que después de un viaje interminable en Uber, ocho horas y 800 dólares canadienses más tarde, había terminado en Timmins, Ontario, un lugar del que nunca había oído hablar.
Pero, como Nori informó, terminar una carrera en esta ciudad remota tal vez sea menos una experiencia aislante, ya que el 82 por ciento de los estudiantes de Northern College en Timmins son extranjeros, en su mayoría de la India.
[Leer la historia de Nori: En Canadá remoto, un colegio se convierte en un imán para estudiantes indios.]
Reclutar estudiantes extranjeros que pagan matrículas más altas, aproximadamente cinco veces más que los canadienses para obtener un título de pregrado, ha sido siempre atractivo para las instituciones del país. También se ha vuelto cada vez más importante para el gobierno federal, que busca alcanzar el ambicioso objetivo de atraer a 1.45 millones de inmigrantes entre 2023 y 2025.
Al anunciar este objetivo en noviembre de 2022, como parte de una estrategia para cubrir la escasez de mano de obra, Canadá señaló que estaba yendo en dirección contraria a la de muchos gobiernos occidentales que están reduciendo la migración, como informé en su momento. (A partir de esta semana, a la mayoría de los estudiantes extranjeros en Gran Bretaña ya no se les permitirá traer a sus familias, una medida que el Ministerio del Interior del país dijo que cumplía con su compromiso de “una reducción decisiva en la migración”.)
En Canadá, el aumento de estudiantes internacionales ha generado preocupaciones sobre la preparación de las comunidades universitarias y colegiales para alojarlos adecuadamente, y sobre los esfuerzos para garantizar que no se explote su trabajo y sus finanzas. El ministro de Inmigración, Marc Miller, anunció recientemente un puñado de medidas que entrarán en vigor este mes para los estudiantes extranjeros.
Por primera vez desde principios de la década de 2000, el gobierno ha aumentado el umbral de ahorro que los estudiantes extranjeros deben tener para calificar para un permiso de estudio a unos 20.600 dólares canadienses, frente a los 10.000 dólares anteriores. Y continuará, al menos hasta abril, permitiendo que los estudiantes internacionales trabajen más de 20 horas por semana, una política que anteriormente había rechazado.
Sin proporcionar detalles, el ministerio del Sr. Miller dijo que también estaba considerando formas de garantizar que los colegios y universidades, que están regulados a nivel provincial, acepten sólo tantos estudiantes como puedan ayudar a encontrar vivienda.
“Previo a septiembre de 2024, estamos preparados para tomar las medidas necesarias, incluyendo la limitación significativa de visas, para garantizar que las instituciones de aprendizaje designadas proporcionen apoyos estudiantiles adecuados y suficientes”, dijo el Sr. Miller el mes pasado en una conferencia de prensa en la que anunció los cambios. Acusó a algunas instituciones de operar como “fabricas de diplomas”, privando a esos estudiantes extranjeros de una experiencia académica positiva frente a dificultades extremas y una falta de intervención por parte de los gobiernos provinciales.
“Ya es suficiente”, añadió el Sr. Miller. “Si las provincias y territorios no pueden hacerlo, lo haremos por ellos, y no les gustará la contundencia de los instrumentos que utilizamos.”
El número de estudiantes internacionales en Canadá ha aumentado enormemente en los últimos tres años, con un aumento del 60 por ciento en el número de permisos de estudio procesados por el ministerio de inmigración. En 2023, se tramitaron más de un millón de nuevas solicitudes y prórrogas de permisos de estudio, un récord, frente a 838.000 en 2022 y 560.000 en 2021.
Los permisos de estudio no tienen un límite estricto, pero las residencias permanentes sí se adhieren a cuotas anuales. En 2022, Canadá dio la bienvenida a unos 432.000 residentes permanentes, y de esos, 95.000 eran estudiantes internacionales anteriormente, según un informe de septiembre de 2023 de cuatro senadores canadienses que instaban al gobierno a abordar “problemas de integridad del programa.” Entre ellos, una percepción cada vez mayor de que aspirar a un título canadiense es un camino seguro hacia la ciudadanía.