El Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la Comisión Federal de Comercio presentaron hoy una demanda contra Adobe [PDF] por imponer una tarifa de terminación oculta a los suscriptores que desean cancelar sus planes de Adobe. Se acusa a Adobe de obligar a los suscriptores a “navegar por un proceso de cancelación complejo y desafiante diseñado para disuadirlos de cancelar sus suscripciones que ya no deseaban”.
Adobe ofrece sus productos de Creative Cloud en forma de suscripción, con tarifas que se pagan mensualmente. Un pago mensual sugiere que es posible cancelar en cualquier momento, pero así no funciona Adobe porque la mayoría de los clientes en realidad quedan atrapados en un acuerdo anual oculto.
Los clientes que se inscriben en una prueba gratuita y luego son cobrados e inscritos en el plan predeterminado de Creative Cloud, que en realidad es un contrato anual. Cancelar el contrato anual requiere que los clientes paguen una suma global del 50 por ciento de la “obligación contractual restante” para cancelar, a pesar de que el servicio finalice ese mes.
Adobe permite a los clientes suscribirse a un plan de pago mensual, pero a un costo más alto que el contrato anual que se paga mensualmente, y la diferencia no siempre es clara para los clientes nuevos o existentes. Incluso Adobe tiene toda una página de ayuda debido a la naturaleza confusa de su suscripción. Por ejemplo, si observas la página web de Adobe, Adobe lista una tarifa de $60 al mes para acceder a su suite completa de aplicaciones, pero eso es solo si aceptas el contrato anual. Un plan verdaderamente mensual que puedes cancelar en cualquier momento cuesta $90 al mes, y si pagas por un año por adelantado, no recibes dinero de vuelta al cancelar después de un período de 14 días.
Según el DoJ, la configuración de Adobe viola la Ley de Restauración de la Confianza de los Compradores en Línea (ROSCA) mediante el uso de letra pequeña y enlaces poco conspicuos para ocultar información sobre la Tarifa de Terminación Anticipada.
La denuncia alega que durante años, Adobe ha obtenido beneficios de esta tarifa oculta, engañando a los consumidores sobre los verdaderos costos de una suscripción y emboscándolos con la tarifa cuando intentan cancelar, utilizando la tarifa como una herramienta poderosa de retención.
La denuncia alega que Adobe ha violado aún más la ROSCA al no proporcionar a los consumidores un mecanismo simple para cancelar sus suscripciones en línea recurrentes. En cambio, supuestamente Adobe protege sus ingresos por suscripción dificultando los intentos de los suscriptores de cancelar, sometiéndolos a un proceso de cancelación enredado e ineficaz lleno de pasos innecesarios, demoras, ofertas no solicitadas y advertencias.
La demanda solicita “cantidades no especificadas de reparación al consumidor” junto con sanciones civiles monetarias y una orden judicial permanente que impida a Adobe seguir utilizando tarifas ocultas para obstaculizar las cancelaciones de los clientes.