El Sr. Khan ha negado esto, y ha dicho que cooperará completamente con la investigación. El CIJ ha estado bajo escrutinio intenso tras la solicitud de órdenes de arresto por parte del fiscal relacionadas con el conflicto en Gaza. Este desarrollo surge después de que la presidenta de la Asamblea de Estados Partes (AEP) de la CIJ, el organismo de supervisión y legislativo de la corte, revelara la semana pasada que la OIM había contactado con la presunta víctima, pero dijo que no estaban en posición de proceder con una investigación en ese momento. Según el periódico The Guardian, la abogada que fue objeto de avances sexuales no deseados por parte del Sr. Khan, durante un periodo prolongado y en varios lugares, tenía preocupaciones sobre la competencia de la OIM y no tuvo la oportunidad adecuada de que el asunto fuera investigado por un órgano externo. La presidenta de la AEP, Paivi Kaukoranta, hizo referencia al informe anual de la OIM 2023-2024, que establece que “tras conversar con la presunta víctima, la OIM no estaba en posición de proceder con una investigación en ese momento. Se recomendaron medidas para salvaguardar los derechos de todos”. En una declaración anterior, el Sr. Khan no culpó explícitamente a Israel, pero sí relacionó las acusaciones de conducta sexual inapropiada y los esfuerzos por socavar su posición cuando describió esto como “un momento en el cual tanto yo como la Corte Penal Internacional estamos siendo objeto de una amplia gama de ataques y amenazas”. Sin embargo, se entiende que las acusaciones de conducta sexual inapropiada datan de antes de su solicitud de órdenes de arresto relacionadas con el conflicto en Gaza. Un panel de tres jueces de la CIJ está considerando actualmente las solicitudes de órdenes de arresto de Mr. Khan para líderes israelíes, incluido el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, por presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en Gaza. La corte de última instancia fue establecida para tratar los crímenes más atroces de índole internacional cuando los países son incapaces o no están dispuestos a enjuiciar a individuos de alto rango acusados de atrocidades. El Sr. Khan dijo que se enteró de que las acusaciones iban a ser “hechas públicas” con “profunda tristeza”, y que “no hay verdad en sugerencias de tal conducta”. Las graves acusaciones han llegado al dominio público en un momento delicado para la CIJ. Con sede en La Haya, en los Países Bajos, la CIJ enfrenta ahora una crisis sin igual, con disputas internas cada vez más intensas sobre el manejo de las acusaciones, y aparentes esfuerzos de los críticos de la corte por politizarlas. Kaukoranta dijo que la CIJ tenía una “política de tolerancia cero” hacia conductas prohibidas, como el acoso, incluido el acoso sexual, la discriminación y el abuso de autoridad, y que seguía “en contacto con todos los individuos involucrados para garantizar que se sigan protegiendo los derechos de todos”.