El ex Secretario de Defensa Chuck Hagel expresó preocupaciones alarmantes con la elección del Presidente electo Trump de nombrar a Pete Hegseth para el prestigioso cargo en un op-ed del New York Times publicado el viernes.
“La independencia política y la ética son el pilar de nuestro ejército. Hoy, estoy preocupado de que ambos estén en peligro. Si comenzamos a comprometer esos estándares al politizar el Departamento de Defensa, el carácter del ejército podría cambiar inexorablemente, poniendo en riesgo su efectividad misma”, escribió Hagel.
Desaprobó los “nombramientos de receso” de Trump que permitirían a los nominados evitar audiencias públicas y verificaciones de antecedentes, reiterando que Hegseth debería tener un “proceso de confirmación completo y transparente”.
La decisión de Trump de nominar a un presentador de Fox News con poca experiencia en liderazgo militar ya ha provocado críticas de los legisladores.
Algunos han cuestionado si Hegseth obedecerá ciegamente a las demandas del ex presidente, incluido el uso de la fuerza militar contra los estadounidenses, como hizo referencia en sus comentarios en la campaña.
Se dice que Trump ha redactado una orden ejecutiva para crear una “Junta de Guerreros” de generales retirados y suboficiales que tendrían poder para revisar a oficiales de tres y cuatro estrellas y para remover a cualquiera “que carezca de las cualidades de liderazgo necesarias”.
“Esta es una idea peligrosa que viola la esencia misma del ejército más estable, respetado y no político del mundo”, afirmó Hagel.
Argumentó que la junta podría reducir el interés de las personas en servir, lo cual ya ha visto un marcado descenso en años recientes.
“La idea de que un grupo externo promueva o castigue a nuestro liderazgo militar basado en esos criterios políticos podría alterar por completo la naturaleza de nuestras fuerzas”, escribió el ex Senador Republicano.
Hagel añadió que la reestructuración de las fuerzas armadas por parte de Trump impactaría de manera forzosa las medidas de política exterior para los aliados y enemigos de la nación.
“Hay consecuencias globales al insertar la gestión política en nuestro ejército. Tanto nuestros aliados como nuestros adversarios tomarían nota”, dijo Hagel.
“Para nuestros aliados, que dependen de nosotros para su libertad y seguridad, cualquier deterioro en la calidad o efectividad de nuestro ejército sería un desastre. Para nuestros adversarios, sería un regalo”.
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