El Papa Francisco y el presidente de Argentina, Javier Milei, mantuvieron su primera reunión oficial el lunes, encontrándose en el Vaticano en medio de la explosiva situación económica en su país natal.
Milei, un economista liberal, criticó enérgicamente a su compatriota durante la campaña electoral del año pasado, acusando al papa de interferencia política y llamándolo “imbécil” que “promueve el comunismo”.
Pero en una entrevista este fin de semana, el presidente describió a Francisco, ex arzobispo de Buenos Aires, como “el argentino más importante de la historia”.
Los dos hombres estaban muy sonrientes el domingo durante una breve reunión después de una misa papal en la Basílica de San Pedro en el Vaticano para canonizar a la primera santa argentina.
Milei abrazó al papa de 87 años mientras estaba en su silla de ruedas, que Francisco comenzó a usar en 2022 debido a dolores en la rodilla.
Durante la audiencia formal del lunes, Milei le entregó varios regalos al papa, como es tradición, incluidas galletas argentinas que se dice que el papa disfruta, según un portavoz del gobierno.
Durante su reunión, el presidente y el pontífice, ambos nacidos en Buenos Aires, probablemente discutirán un posible viaje del papa a Argentina.
El pontífice llamó a Milei en noviembre para felicitarlo por su victoria electoral, y el presidente a su vez le pidió a Francisco que volviera a Argentina.
El papa no ha vuelto a su país natal desde que se convirtió en jefe de la Iglesia católica en 2013. Ha dicho que le gustaría regresar, pero no se ha establecido una fecha.
La reunión tiene lugar en medio de un gran descontento en Argentina.
Elegido en octubre en medio de la indignación por décadas de crisis económica, Milei ha emprendido una masiva desregulación económica por decreto presidencial.
Alrededor del 40 por ciento del país vive en la pobreza, mientras que la inflación asfixiante supera el 200 por ciento.
Desde su elección, Milei ha devaluado el peso, recortado los subsidios estatales y eliminado cientos de normas.
Sin embargo, su paquete de reformas se estancó la semana pasada, cuando el parlamento lo devolvió a comisión para una revisión, lo que llevó a Milei a arremeter contra sus oponentes, llamándolos “criminales” y “traidores”.
En enero, Milei envió al papa una carta en la que decía que una visita “resultaría en un proceso de paz y fraternidad para todos los argentinos, ansiosos por superar divisiones y confrontaciones”.
A lo largo de su pontificado, Francisco ha denunciado las desigualdades generadas por los mercados libres, llamando a la protección de los más vulnerables de la sociedad.
Durante la misa del domingo, en la que se canonizó a la misionera del siglo XVIII Mama Antula, Francisco volvió a hacer un llamado en nombre de los más marginados de la sociedad.
“¿Cuántos hombres y mujeres sufrientes encontramos en las aceras de nuestras ciudades?”, lamentó durante su discurso.
Mama Antula, una mujer consagrada de la Compañía de Jesús nacida como María Antonia de Paz y Figueroa, es considerada una defensora de los derechos humanos de la época en que Argentina era una colonia española.
Fue beatificada en 2016.
Milei, quien realizó una visita oficial a Israel antes de venir a Italia, viaja con su asesor espiritual, un rabino.
Aunque nacido en una familia católica, ha expresado su fascinación por el judaísmo y ha estado estudiando la Torá.
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