Hertz Global Holdings Inc. está reemplazando a su director ejecutivo a raíz de una apuesta desastrosa en vehículos eléctricos que la compañía comenzó a deshacer en los últimos meses.
Stephen Scherr, quien dirigió Hertz durante poco más de dos años después de tres décadas en Goldman Sachs Group Inc., ha decidido renunciar, anunció la empresa de alquiler de autos el viernes por la noche en un comunicado. Lo reemplazarán por Gil West, ex director de operaciones de la unidad de robotaxis Cruise de General Motors Co. West también se unirá al consejo de administración el 1 de abril, según el comunicado, que confirmó un informe anterior de Bloomberg.
Scherr, de 59 años, se unió a Hertz varios meses después de salir de la bancarrota y comenzó a realizar apuestas llamativas en vehículos eléctricos. Bajo los nuevos propietarios Knighthead Capital Management y Certares Management, la empresa de alquiler anunció planes para ordenar 100,000 vehículos a Tesla Inc., lo que elevó la capitalización de mercado del fabricante de automóviles por encima del billón de dólares en ese momento.
Hertz duplicó su apuesta en los vehículos eléctricos en los meses posteriores a la llegada de Scherr, realizando grandes pedidos a Polestar, el fabricante de automóviles eléctricos propiedad de Geely de China y Volvo Car de Suecia, y a GM. La empresa terminó comprando un pequeño número de autos de las dos compañías, dijo un portavoz.
Esas apuestas salieron mal el año pasado, cuando Tesla bajó los precios en toda su gama para seguir aumentando las ventas de vehículos. Esto afectó el valor de reventa de los sedanes Modelo 3 y los crossovers Modelo Y usados justo después de que Hertz agregara decenas de miles de esos vehículos a su flota.
En diciembre, Hertz comenzó a vender 20,000 vehículos eléctricos, aproximadamente un tercio de su flota de vehículos eléctricos. Sixt SE de Alemania, un destacado arrendador de coches en Europa, está tomando medidas aún más drásticas, eliminando completamente los Teslas de su flota.
Hertz anunció sus planes de venta de vehículos eléctricos en enero, citando una demanda insuficiente, una depreciación costosa y reparaciones costosas. La compañía con sede en Estero, Florida, se enfrentó a una carga de $245 millones y reportó su mayor pérdida trimestral desde la pandemia.
Las acciones de Hertz cayeron un 2% después de la negociación regular en Nueva York el viernes.
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El sucesor de Scherr, West, fue uno de los nueve ejecutivos de Cruise que GM despidió a finales del año pasado después de que los reguladores de California acusaran a la compañía de retener información sobre que uno de sus vehículos autónomos golpeara y arrastrara a un peatón.
Antes de unirse a Cruise como director de operaciones a principios de 2021, West ocupó el mismo cargo en Delta Air Lines Inc. Allí, desempeñó un papel fundamental en la integración con Northwest Airlines y se le atribuyó la mejora de la eficiencia y el rendimiento.
West se convertirá en el último de una larga lista de directores ejecutivos de Hertz encargados de convertir a la compañía en un jugador más rentable y competitivo para Enterprise Holdings Inc. y Avis Budget Group Inc., de propiedad privada.
Antes de que Knighthead y Certares tomaran a Hertz de la bancarrota, el multimillonario inversor Carl Icahn luchó por dar brillo al negocio centenario como accionista mayoritario. Malinterpretar el mercado automotriz le ha costado a Hertz en el pasado, incluyendo bajo el liderazgo de John Tague, el ex director de operaciones de United Airlines a quien Icahn nombró CEO en 2014.
Tague heredó una flota envejecida del CEO destituido Mark Frissora y apostó por los automóviles de pasajeros cuando los gustos del consumidor se estaban inclinando hacia los vehículos utilitarios deportivos. Duró poco más de dos años en el cargo.
Hertz dijo que Scherr ayudará con la transición del CEO hasta que abandone la empresa y su consejo el 31 de marzo.