Apple está apostando fuerte por su negocio en Vietnam. El fabricante de teléfonos inteligentes quiere expandir su relación comercial con proveedores en Vietnam, según informes de medios estatales. A principios de esta semana, Apple anunció sus planes de expandir su red de proveedores en Vietnam durante la visita de dos días del CEO Tim Cook a Vietnam.
La decisión de Apple de fortalecer su fabricación en Vietnam coincide con una iniciativa prolongada del fabricante de iPhone para hacer que su cadena de suministro sea menos dependiente de China. Un proceso que ha sido años en desarrollo desde que las interrupciones en la cadena de suministro de la era de la pandemia causaron numerosos dolores de cabeza a Apple. Estas culminaron en 2022, cuando una fábrica de uno de los principales proveedores de Apple, Foxconn, cerró debido a un brote de coronavirus durante la política de cero-COVID de China y reportes de malas condiciones laborales, lo que supuestamente le costó a la empresa $1 mil millones por semana. El cierre de la fábrica resultó en una escasez de aproximadamente 6 millones de iPhones, según Bank of America.
Después de ese incidente, Apple comenzó a impulsar el traslado de su cadena de suministro a otros países de la región.
Ahora parece que ha señalado a Vietnam como uno de los países donde incrementará sus operaciones. Apple ya fabrica varios productos en Vietnam, incluidos Airpods y Apple Watches. En diciembre, Apple trasladó parte de la fabricación de iPads de China a Vietnam. Algunos de los principales proveedores de Apple, como Foxconn, con sede en Taiwán, y Luxshare, que fabrica iPhones y el recientemente lanzado casco Apple Vision Pro, también han optado por fortalecer sus cadenas de suministro en Vietnam. Según informes de medios estatales, desde 2019, Apple ha invertido $16 mil millones en capacidades de fabricación en el país.
El cambio de Apple refleja el de Estados Unidos en su conjunto, ya que la nación reevalúa su relación comercial con China debido a lo que considera prácticas comerciales injustas. Mientras Cook estaba en Vietnam esta semana, el presidente Joe Biden recibió a otros líderes asiáticos en la Casa Blanca, prometiendo lazos más estrechos en medio de crecientes tensiones geopolíticas en todo el mundo.
Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China se han vuelto cada vez más tensas en el último año, y la incertidumbre resultante ha hecho menos atractiva la perspectiva de depender tanto de China. Ambos países han intercambiado declaraciones públicas punzantes e implementado políticas comerciales diseñadas para perjudicarse mutuamente. El surgimiento de la inteligencia artificial combinado con una escasez global de chips llevó a que el gobierno de Estados Unidos prohibiera a las empresas chinas acceder a la tecnología de semiconductores más avanzada. Más recientemente, Estados Unidos y otros países de Asia y Europa han acusado a China de sobresaturar ciertos sectores del mercado con productos baratos destinados a socavar a los competidores internacionales.
Todo esto ocurre en medio de una caída en las ventas de Apple en China. Para mediados de febrero, las ventas de iPhone en China habían disminuido un 24% en comparación con el mismo período del año anterior, a medida que los teléfonos inteligentes chinos van restando participación de mercado a Apple. En el primer trimestre de este año, los envíos de iPhone cayeron un 10%, ya que el gigante de Cupertino perdió su lugar como el número uno en el mercado de teléfonos inteligentes del mundo frente a Samsung.
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