Al menos cinco personas han muerto en Ucrania como resultado de una masiva ola de ataques aéreos rusos durante la noche, utilizando cohetes, misiles de crucero y drones, informaron las autoridades ucranianas el viernes.
Alrededor de dos docenas de personas resultaron heridas en los ataques, principalmente en las regiones de Zaporizhzhya y Khmelnytskyi, según las autoridades locales.
Las defensas aéreas ucranianas solo pudieron interceptar alrededor del 60% de los más de 150 drones y misiles rusos lanzados contra el país, según funcionarios de defensa aérea.
Ocho misiles solos alcanzaron la planta hidroeléctrica Dnipro en Zaporizhzhia y pusieron fuera de operación la planta, que tiene una capacidad nominal de alrededor de 1,600 megavatios.
Según un comunicado del operador de la red eléctrica ucraniana Ukrenerho, hubo problemas de suministro en siete regiones. Las necesidades de electricidad del país debieron ser cubiertas mediante importaciones de Polonia, Rumania y Eslovaquia.
Los Ferrocarriles Ucranianos también informaron de cortes masivos de energía en rutas no especificadas. Locomotoras diésel están siendo utilizadas para garantizar la continuidad del servicio de trenes.
La ciudad oriental ucraniana de Járkiv sufrió un apagón total, con el alcalde Ihor Terekhov describiendo la ráfaga de misiles rusos sobre la ciudad -la segunda más grande de Ucrania- como la peor desde el inicio de la guerra.
Los ataques con misiles se dirigieron a importantes instalaciones de suministro de energía en la ciudad. Los ataques dejaron sin electricidad, agua, calefacción y servicio de transporte público en la ciudad, mientras que los hospitales recurrieron a generadores para seguir funcionando.
Mientras tanto, en Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, finalmente reconoció que la actual invasión de Rusia a Ucrania es una “guerra”, abandonando la insistencia previa en referirse a los combates solo como una “operación militar especial”.
Peskov, quien ha sido el portavoz de prensa del presidente Vladimir Putin desde el 2000, culpó a Occidente de la guerra.
El término anterior de “operación militar especial” implicaba que la operación tenía un alcance limitado, mientras que el uso del término más amplio “guerra” estaba efectivamente prohibido.
“Comenzó como una operación militar especial, pero en cuanto surgió la camarilla, cuando el colectivo de Occidente se involucró del lado de Ucrania, para nosotros se convirtió en una guerra”, explicó el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov en una entrevista publicada el viernes en la revista Argumenty i Fakty.
En respuesta a preguntas de los medios, el portavoz del Kremlin aclaró que Rusia está efectivamente en guerra, pero que las operaciones de combate mantendrán su estado legal actual. “De iure, es una operación militar especial”, dijo.