Bank of America está optimista sobre su futuro en México, según el jefe de la unidad del banco en el país, y se beneficiará de la tendencia de “nearshoring” incluso después de las amenazas de aranceles a las exportaciones a Estados Unidos por parte del presidente electo Donald Trump.
La amenaza de Trump a principios de esta semana de imponer aranceles a México y Canadá ha sacudido los mercados y ha nublado el horizonte para las inversiones de empresas multinacionales en la región.
Los tres países forman parte de un acuerdo comercial regional conocido como el T-MEC, que está previsto revisar en 2026. Las naciones vecinas, especialmente Estados Unidos y México, dependen en gran medida de las importaciones y exportaciones del otro país.
“Será muy difícil que las incertidumbres, ya sean efectos internos o externos, modifiquen las oportunidades que vemos en México”, dijo Emilio Romano, jefe de Bank of America en México, en una conferencia de prensa.
“Creemos que el fenómeno de nearshoring o friendshoring no se revertirá”, dijo, refiriéndose a la tendencia en la que grandes multinacionales han trasladado sus operaciones a la segunda economía de América Latina.
“México no se desviará de esta integración económica norteamericana, no hay vuelta atrás.”
Bank of America espera duplicar sus ingresos y volumen de clientes en México en los próximos cinco años, según Romano.
La base de clientes de la firma debería crecer de 400 a 800, según el ejecutivo. En México, BofA ofrece servicios bancarios institucionales y no atiende a clientes individuales.
Romano se negó a proporcionar más detalles sobre las perspectivas de ingresos del banco.
Las amenazas de aranceles de Trump seguirán generando volatilidad en el mercado, dijo Romano. Sin embargo, advirtió que probablemente eran una estrategia de negociación de Trump para iniciar las negociaciones comerciales y es poco probable que realmente se impongan.