“Basado en esta información, he concluido que los miembros de la RSF y milicias aliadas han cometido genocidio en Sudán,” dijo.
En respuesta, la RSF ha acusado a los EE. UU. de doble estándar y de no abordar efectivamente la crisis en curso.
“La decisión… expresa el fracaso de la [Administración del presidente de EE. UU., Joe] Biden para tratar la crisis sudanesa y los dobles estándares que ha seguido [con respecto a la crisis],” dijo el asesor de Hemedti, El-Basha Tbaeq, en un publicación en su cuenta de X.
Añadió que esto podría complicar la crisis sudanesa y obstaculizar las negociaciones para abordar las causas profundas del conflicto.
La RSF ha estado combatiendo al ejército sudanés desde abril de 2023, y ha habido un creciente clamor sobre su comportamiento durante la guerra.
Ambos bandos han sido acusados de atrocidades, con el conflicto llevando a una de las peores crisis humanitarias del mundo.
En mayo, el enviado especial de EE. UU. para Sudán, Tom Perriello, dijo que algunas estimaciones sugerían que hasta 150,000 personas habían muerto en el conflicto.
Se ha declarado hambruna en varias partes del país, con 24.6 millones de personas – aproximadamente la mitad de la población – en necesidad urgente de ayuda alimentaria, según expertos.
El Sr. Blinken dijo que ni la RSF ni el ejército de Sudán estaban aptos para gobernar Sudán.
“Ambos beligerantes tienen responsabilidad por la violencia y el sufrimiento en Sudán y no tienen legitimidad para gobernar un futuro Sudán en paz,” dijo.
Las sanciones prohíben a Hemedti y a sus familiares directos visitar los EE. UU., y bloquean cualquier activo personal que tengan allí.
También se están sancionando siete compañías propiedad de la RSF con sede en los Emiratos Árabes Unidos y a otra persona por ayudar al grupo paramilitar a adquirir armas.
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