Según los países que se van, ahora experimentarán una mayor soberanía y también independencia de una fuerza que tiene una agenda extranjera. Sin embargo, los analistas dicen que Níger, Malí y Burkina Faso podrían luchar fuera del bloque; estos son países pobres y sin salida al mar cuyas economías dependen de sus vecinos de África Occidental. Mientras Ecowas trabaja en los términos de su futura relación con los tres países, dice que seguirá reconociendo todos los pasaportes y tarjetas de identidad con el logo de Ecowas de los ciudadanos de Malí, Níger y Burkina Faso. Los países también permanecerán en el esquema de libre comercio del bloque. Asimismo, el presidente de la AES, el gobernante militar de Malí, Assimi Goïta, dijo en enero pasado que se mantendría el derecho de los ciudadanos de Ecowas a “entrar, circular, residir, establecerse y salir del territorio” del nuevo bloque. Ilyasu Gadu, un experto en asuntos internacionales y consultor de medios con sede en la capital de Nigeria, Abuja, le dijo a la BBC: “Los tres líderes del golpe han tomado medidas para decir: ‘Sí, nos estamos retirando de Ecowas pero queremos mantener nuestras relaciones. No cerraremos nuestras fronteras’, porque deben haberse dado cuenta de que si lo hicieran, se habrían disparado en el pie”. Los observadores de África Occidental también están preocupados de que la retirada empeore la seguridad en la región. El Sahel – la región semiárida justo al sur del Desierto del Sahara que incluye a los tres países que se van – está plagado de insurgencias yihadistas y ahora representa “casi la mitad de todas las muertes por terrorismo a nivel mundial”, dijo un alto funcionario de la ONU en abril. Ecowas estaba apoyando a Malí, Burkina Faso y Níger en su lucha contra los yihadistas, pero este ayuda ahora podría ser retirada, temen los observadores. Aunque los gobiernos militares ahora reciben armas y mercenarios de Rusia, los militantes siguen infligiendo pesadas bajas tanto a civiles como a las fuerzas armadas.