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Por Rami Amichay y Ari Rabinovitch
TEL AVIV (Reuters) – Una conmemoración del asalto del 7 de octubre al sur de Israel será una ceremonia pública en vivo que se llevará a cabo en un lugar amplio en Tel Aviv. La otra, el lunes, será un tributo televisado pregrabado que deja poco al azar.
El primero es organizado por familias en duelo que perdieron seres queridos. Este planea sumergirse profundamente en las fallas, así como en el heroísmo exhibido ese día.
El otro es organizado por el gobierno, que dice que su ceremonia grabada tocará temas de recuerdo, valentía y esperanza.
La distinción en tono es el centro de un debate público sobre cómo recordar el día más oscuro en la historia de 76 años del país.
“Se puede decir que es una guerra sobre la narrativa”, dijo Jonathan Shimriz, uno de los organizadores de la ceremonia pública.
“Este memorial contará la historia de lo que pasamos el séptimo. Que no había ejército, pero había soldados. No había estado, pero había ciudadanos. Y creo que el memorial del gobierno no mencionará los errores que ocurrieron.”
Shimriz es de kibbutz Kfar Aza, que fue duramente golpeado durante el ataque de Hamas. Su hermano fue tomado como rehén en Gaza y luego fue asesinado por fuego israelí erróneo cuando intentaba escapar.
“El video del gobierno, el otro memorial, no refleja exactamente cómo queremos recordar lo que sucedió el séptimo”, dijo.
Un gobierno que no ha asumido la responsabilidad por sus fallas, dijo, está desconectado del pueblo.
A cargo de la ceremonia estatal está la ministra de gabinete Miri Regev, una cercana seguidora del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Netanyahu, quien ha estado en el poder la mayor parte de los últimos 15 años, ha enfrentado fuertes críticas por no asumir la responsabilidad de las fallas de inteligencia y militares que llevaron al ataque del 7 de octubre, en el que según cifras israelíes murieron alrededor de 1,200 personas y otras 250 fueron tomadas como rehenes, y que desató la devastadora guerra en Gaza.
Él dice que todo será investigado después de que termine la guerra. Mientras tanto, las encuestas de opinión muestran que su popularidad, que cayó en picado después del 7 de octubre, se está recuperando lentamente.
Regev anunció sus planes hace un mes, diciendo “Soy consciente del debate en curso entre diferentes partes del público.”
La ceremonia estatal se transmitirá después de la ceremonia de base para evitar conflictos, dijo. Fue filmada en la pequeña ciudad de Ofakim cerca de la frontera de Gaza, que perdió más de 40 de sus residentes en el asalto de Hamas.
“No habrá una casa en Israel que no sea afectada por la ceremonia”, dijo Regev.
Ofakim también fue un bastión en las últimas elecciones para el partido Likud de derecha de Netanyahu y sus aliados conservadores, en contraposición a las comunidades más pequeñas de la zona que suelen votar más liberal.
Esto planteó preguntas para muchos en Israel, que lo vieron como un intento de manejar la narrativa.
Al enterarse de la ceremonia en Ofakim, algunas de las familias en duelo recaudaron fondos para una ceremonia competidora en el parque central de Tel Aviv. En cuestión de horas después de hacerlo público, se reservaron más de 40,000 entradas.
La multitud, sin embargo, probablemente estará limitada a 1,000 personas, ya que el ejército, cauteloso de los ataques de misiles en un conflicto en escalada con Hezbollah en Líbano, sigue restringiendo el tamaño de las reuniones públicas en gran parte del país.
Shirel Hogeg es de Ofakim y desconfía mucho de la decisión del gobierno de haber filmado su tributo allí. Su hermana es de un kibbutz cercano y resultó gravemente herida cuando su casa fue incendiada por los atacantes de Hamas.
Está ayudando a organizar la ceremonia en vivo en Tel Aviv.
“Como saben, los políticos intentarán hacer todo para que la narrativa se ajuste a ellos”, dijo Hogeg. “No necesitamos una película sintética de TikTok.”
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