Yulia Navalnaya se convierte en una figura prominente en la política internacional desde la muerte de su esposo Alexei el 16 de febrero. Desde entonces, ha asistido a la Conferencia de Seguridad de Munich, a una reunión de ministros de Relaciones Exteriores en Bruselas y se ha reunido con el presidente Joe Biden en Estados Unidos. Hoy, hablará ante los parlamentarios europeos. A través de videos en redes sociales, Navalnaya ha dejado en claro que está tomando el relevo de su esposo y se posiciona como punto de referencia para aquellos que se sienten desolados por la pérdida de Alexei Navalny. A pesar de mostrarse decidida y combativa, su voz revela tanto dolor como ira en sus apariciones públicas. La semana pasada, compartió una foto con su hija Daria, de 23 años, escribiendo: “Mi niña dulce. Vine para abrazarte y consolarte, y eres tú quien me consuela a mí. Eres tan fuerte, valiente y resistente… es tan bueno tenerte aquí”. Este gesto es un recordatorio de que, más allá de las salas de reuniones de Berlín, Washington y Bruselas, la muerte de Navalny también es una tragedia personal para su familia.