Las llanuras de patchwork de Castilla-La Mancha, en el centro de España, eran conocidas antiguamente por sus molinos de viento. Pero ahora son los aerogeneradores, su equivalente moderno, los que son mucho más visibles en el horizonte de la región. Los 28 vastos aerogeneradores del parque eólico Sierra del Romeral, situados en colinas no lejos de la histórica ciudad de Toledo, dominan este paisaje. Operados por la empresa española Iberdrola, forman parte de una tendencia que ha acelerado la producción de energía renovable de España en la última década, convirtiendo al país en una presencia importante en la industria. La capacidad total de generación de energía eólica de España, su principal fuente de energía renovable en los últimos años, se ha duplicado desde 2008. Mientras tanto, la capacidad de energía solar se ha multiplicado por ocho en el mismo período. Esto sitúa a España como el estado miembro de la UE con la segunda infraestructura de energía renovable más grande, después de Suecia en primer lugar. A principios de este año, el primer ministro socialista español, Pedro Sánchez, describió a su país como “una fuerza impulsora de la transición energética a escala global”.