Una nueva semana de campaña frenética comenzará en Francia el lunes, un día después de que el partido de extrema derecha del Rally Nacional dominara la primera vuelta de las elecciones legislativas que atrajeron un número inusualmente alto de votantes y dieron un golpe contundente al presidente Emmanuel Macron.
Se les pide a los votantes que elijan a sus representantes en la Asamblea Nacional de 577 escaños, la cámara baja y más prominente del Parlamento del país. Volverán a las urnas el 7 de julio para la segunda vuelta de votación.
Si una nueva mayoría de legisladores opuestos a Macron es elegida, se verá obligado a nombrar a un adversario político como primer ministro, cambiando drásticamente la política doméstica de Francia y confundiendo su política exterior. Esto sería especialmente cierto si se ve obligado a gobernar junto a Jordan Bardella, el presidente de 28 años del Rally Nacional.
Si no surge una mayoría clara, el país podría dirigirse hacia meses de estancamiento político o agitación. Macron, quien ha descartado renunciar, no puede convocar nuevas elecciones legislativas por otro año.
El domingo, cuando llegaron las proyecciones de la primera vuelta de la votación, el partido nacionalista y antiinmigración Rally Nacional estaba a la cabeza en las elecciones legislativas a nivel nacional por primera vez en su historia, con aproximadamente el 34 por ciento de los votos. El Nuevo Frente Popular, una amplia alianza de partidos de izquierda, obtuvo aproximadamente el 29 por ciento; el partido centrista Renacimiento de Macron y sus aliados ganaron aproximadamente el 22 por ciento; y los conservadores tradicionales obtuvieron solo alrededor del 10 por ciento.
Aquí hay cuatro conclusiones de la primera vuelta para ayudar a entender las elecciones hasta ahora.
Los votantes acudieron en un número inusualmente alto a las urnas.
Las elecciones legislativas de Francia normalmente ocurren solo unas semanas después de la carrera presidencial y suelen favorecer al partido que ha ganado la presidencia. Esto hace que las elecciones legislativas sean menos propensas a atraer votantes, muchos de los cuales sienten como si el resultado estuviera predestinado.
Pero esta votación, una elección anticipada convocada inesperadamente por Macron, fue diferente. La tasa de participación el domingo fue superior al 65 por ciento, mucho más que el 47,5 por ciento registrado en la primera vuelta de las últimas elecciones parlamentarias en 2022.
Ese aumento reflejó el intenso interés en una carrera de alto riesgo y la creencia entre los votantes de que su voto podría alterar fundamentalmente el curso de la presidencia de Macron.
Los resultados finales son especialmente difíciles de predecir.
Para obtener mayoría absoluta, un partido necesita 289 escaños, y los principales institutos de sondeo de Francia han publicado proyecciones cautas que sugieren que el Rally Nacional podría ganar entre 240 y 310 en la próxima vuelta de votación.
La alianza del Nuevo Frente Popular, dicen, podría obtener entre 150 y 200 escaños, mientras que el partido Renacimiento de Macron y sus aliados podrían ganar entre 70 y 120.
Pero usar los resultados de la primera vuelta para predecir el resultado de la segunda vuelta siempre ha sido complicado debido a la naturaleza del sistema electoral de Francia. Las elecciones legislativas son, en esencia, 577 carreras separadas.
Bajo ciertas condiciones, un candidato que obtiene más del 50 por ciento de los votos en la primera vuelta gana directamente. El domingo, los institutos de sondeo proyectaron que al menos 60 candidatos habían sido elegidos de esa manera.
Pero la mayoría de los escaños se deciden solo después de una segunda vuelta de desempate entre los dos candidatos más votados.
Los encuestadores han proyectado que el Rally Nacional y sus aliados lograron llegar a al menos 390 desempates, el Nuevo Frente Popular al menos 370, y que la coalición centrista de Macron al menos 290.
Mucho puede suceder entre las dos rondas.
Complicando aún más las cosas, en las segundas vueltas en algunos distritos pueden participar tres o incluso cuatro candidatos si logran obtener suficientes votos. Por lo general, esto es raro. Pero el domingo, debido al aumento de la participación, no lo fue.
En 2022, hubo solo ocho carreras de tres vías. Esta vez, los institutos de sondeo proyectaron que habría más de 200.
Muchos partidos, especialmente en la izquierda, dijeron que retirarían a un candidato en tercer lugar para ayudar a evitar que la extrema derecha ganara. Pero aún había algo de confusión el domingo por la noche.
Algunos aliados de Macron, por ejemplo, sugirieron que su partido o sus aliados no deberían retirar a un candidato en los casos en que ayudaría a un candidato del partido de extrema izquierda Francia Insumisa, que ha sido acusado de antisemitismo. Otros dijeron que la extrema derecha tenía que ser detenida a toda costa.
Un gobierno de extrema derecha o un bloqueo político podrían ser el siguiente paso.
Dos resultados parecen más probables.
Solo el Rally Nacional parece estar en posición de asegurar suficientes escaños para obtener una mayoría absoluta. Si lo logra, Macron no tendrá otra opción que nombrar a Bardella como primer ministro. Luego formaría un gabinete y controlaría la política doméstica.
Tradicionalmente, los presidentes han conservado el control sobre la política exterior y los asuntos de defensa en tales escenarios, pero la Constitución no siempre ofrece pautas claras.
Eso pondría a un partido de extrema derecha antiinmigrante y euroescéptico gobernando un país que ha estado en el corazón del proyecto europeo. Bardella podría enfrentarse a Macron en cuestiones como la contribución de Francia al presupuesto de la Unión Europea o el apoyo a Ucrania en su guerra con Rusia.
Varios miles de manifestantes, principalmente de izquierda, se congregaron en el centro de París el domingo por la noche para protestar contra el Rally Nacional.
Si el Rally Nacional no logra asegurar una mayoría absoluta, Bardella ha dicho que no gobernará sin una. Macron podría estar enfrentando una cámara baja ingobernable, con dos grandes bloques en la derecha y la izquierda en su contra. Su coalición centrista muy reducida, estrujada entre los extremos, se reduciría a una relativa impotencia.
Ya el gobierno ha anunciado que suspende los planes de endurecer las reglas sobre prestaciones por desempleo que habían irritado a los sindicatos. Gabriel Attal, primer ministro de Macron, prácticamente reconoció en un discurso que pronto su partido tendría menos influencia.
“El objetivo de esta segunda ronda es privar a la extrema derecha de una mayoría absoluta”, dijo. El objetivo de su partido, dijo, es tener un “peso suficiente” para trabajar con otros partidos.
Aún no está claro a quién Macron podría nombrar como primer ministro si hay un Parlamento sin mayoría.
El presidente podría intentar formar una coalición, pero Francia no está acostumbrada a hacerlo, a diferencia de Alemania. Tampoco está acostumbrada a la noción de un gobierno de cuidado que maneja la actividad diaria de dirigir el país hasta que haya un avance político, como ha sucedido en Bélgica.
La extrema derecha ha hecho avances en todos los segmentos de la población.
La victoria del Rally Nacional fue otra señal de que el viaje de años del partido desde los márgenes de la política francesa hasta los salones dorados de la República francesa está prácticamente completo. Casi duplicó su porcentaje de votos de 2022, cuando obtuvo el 18,68 por ciento de los votos en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias.
Un estudio publicado el domingo dejó claro cuánto ha ampliado su base de votantes el partido.
El estudio del instituto de sondeo Ipsos, realizado entre una muestra representativa de 10,000 votantes registrados antes de las elecciones, encontró que el electorado del Rally Nacional había “crecido y diversificado”.
El partido todavía se desempeña mejor entre la clase trabajadora, dijo el instituto de sondeo en un análisis, señalando que obtuvo el 57 por ciento del voto obrero.
Pero su base electoral se ha “ampliado considerablemente” más allá de esas categorías, dijo Ipsos, señalando que el partido aumentó sus puntajes en 15 a 20 puntos porcentuales entre los jubilados, las mujeres, las personas menores de 35 años, los votantes con mayores ingresos y los habitantes de las grandes ciudades.
“Al final, el voto del Rally Nacional se ha extendido”, dijo el instituto de sondeo, “creando un electorado más homogéneo que antes, y bastante en sintonía con la población francesa en su conjunto”.
Ségolène Le Stradic contribuyó con reportaje desde Hénin-Beaumont, Francia.