Durante siglos, el avistamiento de la luna creciente ha señalado el final del Ramadán, el mes santo de ayuno y oración para los musulmanes.
Este año, la visión fue oscurecida en algunas partes del mundo por el resplandor del sol durante el eclipse solar total, retrasando la declaración de Eid al-Fitr en algunas comunidades islámicas, la celebración que marca el final del ayuno. Aunque solo una estrecha franja de América del Norte experimentó un eclipse total, el fenómeno redujo la visibilidad lunar en otros lugares, según expertos.
En Kerala, un estado del sur de la India, la luna nueva fue avistada el martes, pero no fue vista en la capital de Nueva Delhi, por lo que las comunidades musulmanas en la India celebrarán el Eid un día aparte.
En Arabia Saudita, una autoridad en observancias religiosas para muchos musulmanes, el gobierno hizo un llamado a todos los musulmanes en todo el reino para buscar la luna creciente el lunes. Al no ser reportada su vista, la Corte Suprema declaró el martes que el Eid se celebraría a partir del miércoles.
Países con grandes poblaciones de musulmanes, y musulmanes alrededor del mundo, utilizan el tradicional calendario Hijri para marcar eventos religiosos. Cada mes de ese calendario comienza con el avistamiento de la luna creciente temprana, y el mes sagrado del Ramadán comienza al inicio del noveno mes.
El Eid se celebra tradicionalmente el día después de que la luna nueva es vista, ya sea a simple vista o con un telescopio. Según el Consejo Europeo para Fatwas e Investigación, la luna debe aparecer al atardecer, al menos a cinco grados sobre el horizonte.
Debido a que la luna creciente puede ser difícil de ver, y su posición sobre el horizonte puede ser difícil de calcular de manera independiente, algunas comunidades musulmanas confían en cambio en un método computacional, según Basharat Saleem, director ejecutivo de la Sociedad Islámica de América del Norte.
“En los viejos tiempos, y aún en algunas partes del mundo, la gente hacía avistamientos de la luna, buscaba poder verla visualmente”, dijo el Sr. Saleem. “Hoy en día, con cálculos y mediciones precisas, se ha vuelto más fácil”.
Estas costumbres se remontan a siglos atrás. Pero el período exacto de Ramadán varía de un lugar a otro porque depende de una variedad de factores, incluido quién observa la luna y cómo, y si el cielo está despejado o nublado en ese momento.
Mientras que algunas comunidades musulmanas confían en el avistamiento de la luna, otras utilizan un calendario lunar para determinar cuándo comienza y termina el Ramadán.
La Sociedad Islámica de América del Norte, una organización sin fines de lucro con sede en Plainfield, Indiana, y una de las organizaciones islámicas más grandes de los Estados Unidos, sigue el calendario lunar de la NASA, lo que significa celebrar también el Eid el miércoles.
“Sabemos que la luna es visible sin tener que verla”, dijo Muhammad Safder, miembro de la junta de Masjid al-Taqwa en Indianápolis, una ciudad que se encontraba en la estrecha trayectoria de totalidad del eclipse el lunes.
Mientras el Centro de Indiana se sumía en la oscuridad durante el eclipse solar, el Sr. Safder y unas 60 personas más ingresaron a la mezquita para una oración especial.
Según el Hadiz, el texto sagrado islámico, hubo un eclipse alrededor de la muerte del hijo del Profeta Mahoma, Ibrahim.
El profeta tranquilizó a sus seguidores diciendo que el eclipse no había causado la muerte de Ibrahim, sino que era simplemente un “milagro de Dios” por el cual recomendó una oración, dijo el Sr. Safder.
“De repente todo se volvió oscuro”, dijo el Sr. Safder sobre el eclipse. “Al terminar de orar, parecía que la mañana comenzaba. Fue espiritualmente edificante, especialmente mientras ayunaba.”