Costa de Marfil ha anunciado que las tropas francesas se retirarán de la nación del oeste de África, reduciendo aún más la influencia militar de la antigua potencia colonial en la región. En un discurso de fin de año, el Presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, dijo que la medida reflejaba la modernización de las fuerzas armadas del país. Por separado, Senegal, que el mes pasado anunció que Francia tendría que cerrar sus bases militares en su territorio, confirmó que la retirada se completaría para finales de 2025. Costa de Marfil alberga el contingente más grande de tropas francesas restantes en África occidental. Hay alrededor de 600 militares franceses en el país con 350 en Senegal. Francia, cuyo dominio colonial en África occidental terminó en la década de 1960, ya ha retirado a sus soldados de Malí, Burkina Faso y Níger tras los golpes militares en esos países y el creciente antimperialismo francés. El gobierno de Chad -un aliado clave de Occidente en la lucha contra los militantes islámicos en la región- puso fin abruptamente a su pacto de cooperación defensiva con Francia en noviembre. El Presidente senegalés Bassirou Dioumaye Faye dijo: “He instruido al ministro de las fuerzas armadas para que proponga una nueva doctrina para la cooperación en defensa y seguridad, que implicará, entre otras consecuencias, el fin de todas las presencias militares extranjeras en Senegal a partir de 2025.” Faye fue elegido en marzo con la promesa de garantizar la soberanía y poner fin a la dependencia de países extranjeros. Francia retendrá una pequeña presencia en Gabón. Durante más de tres décadas después de su independencia de Francia, Costa de Marfil (también conocida por su nombre en francés, Côte d’Ivoire) era conocida por su armonía religiosa y étnica, así como por su economía bien desarrollada. El país del oeste africano fue aclamado como un modelo de estabilidad. Pero una rebelión armada en 2002 dividió la nación en dos. Los acuerdos de paz se alternaron con una violencia renovada a medida que el país avanzaba lentamente hacia una resolución política del conflicto. A pesar de la inestabilidad, Costa de Marfil es el mayor exportador mundial de granos de cacao, y sus ciudadanos disfrutan de un nivel de ingresos relativamente alto en comparación con otros países de la región.
